"Jamás aceptaré tu ausencia,
apenas te vas y ya te extraño"- ¿Entonces ustedes también creen que no se... suicidó? - pregunté con la voz quebrada. Por primera vez me invadió algo así como un sentimiento de rabia e impotencia. Ah, aquí estaban mis ganas de llorar.
La sonrisa de Len se esfumó cuando vio que estaba a punto de estallar en lágrimas.
- Perdona, Rin... No quise hacerte sentir mal... -Se disculpó inmediatamente, y tomó con firmeza mi mano.
Mi mirada se fijó en nuestras manos, y traté de calmarme controlando mi respiración. Había aprendido a controlar mis impulsos bastante bien... cuando quería.
- No, descuida... ¿cómo puedo ayudarles?
- Bueno, podrías empezar dejándonos hacer las preguntas a nosotros -me contestó Len, haciéndome un guiño que me fue imposible ignorar.
- Exactamente -apoyó su compañero Fukase-. ¿Kagamine, sucedió algo fuera de lo normal en las últimas semanas? -me preguntó con la mirada fija.
Procuré hacer memoria buscando algo inusual en los días previos a esa mañana de sábado.
- Ahora mismo no se me ocurre nada raro -les confesé, apenada-. Mi padre es... era -me corregí enseguida- muy responsable con el trabajo, siempre se quedaba hasta tarde en su oficina. Lo veía muy poco durante la semana.
Ambos me miraban atentos.
- ¿No tenía otros pasatiempos además del trabajo? - se atrevió a preguntar Len.- Los fines de semana quedábamos para hacer algo juntos, y a veces se reunía con sus amigos.
Ellos asintieron, parecían estar tomando nota mentalmente.
- Escuchen -dije, aunque miraba directamente al pelirrojo- mi padre no estaba deprimido ni ninguna de esas mierdas -sentencié con seguridad en mis palabras.
La pareja de policías se miró nuevamente, algo me decía que lo que dije llamó poderosamente su atención.
- ¿Qué sucede? -pregunté, tratando de entender lo que estaban pensando.
Len suavizó su expresión y se levantó del suelo.
- Nada... esto... Creo que esto es todo lo que necesitamos. Muchas gracias, Rin -me dijo con su voz calmada-. Estaremos en contacto.
Quería protestar, pero el hecho de que me llame por mi primer nombre me parecía espectacular, estaba tan acostumbrada a que se refieran a mí como "niña", simplemente por mi tamaño, que el reconocimiento de mi individualidad por una persona adulta era un... distractor.
- Te agradecería que tengas discreción con tus amigos, y no les reveles nuestra identidad - me pidió Fukase, quien no había dejado de fruncir el ceño desde que me vio. Seguramente, no... Definitivamente le saldrían arrugas prematuras.
No pude evitar contagiarme y también endurecí la mirada. ¿Ya habían terminado?
Yo quería seguir conversando, pero se levantaron tan abruptamente que me dejaron con las palabras en la boca.- Adiós.
Creo haber quedado quizás una hora en absoluto silencio. Por primera vez estaba sola ese día, lo cual agradecía internamente. Me perdí a mí misma mirando la naturaleza a mi alrededor. A veces, cuando me quedaba mucho tiempo mirando el pasto, sentía que podía verlo crecer. Era algo muy extraño, y probablemente sea consecuencia de un trauma que todavía no me diagnosticaron, pero podía jurar que lo veía con mis propios ojos si prestaba la suficiente atención.
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EL PACTO | RiLen
RomantizmTHRILLER / ROMANCE Rin Kagamine se niega a aceptar que su padre se ha suicidado, por lo que decide ayudar en la investigación policial. La pubertad, la amistad, el amor y la familia tocan su puerta, esperando ser atendidos en esta historia que llev...