EL PACTO | RiLen

Buenas Noches

"Enamorarse no tiene ningún mérito. Lo realmente difícil -no conozco ningún caso- es salir entero de una historia de amor"

- Leon se ha suicidado.

- Neru, eso no es-

Me detuve al ver que tenía en sus manos el álbum de fotos que Len me había mostrado hace unos días. Posé mi vista en el mismo, provocando que la chica se exaspere y me tome por un hombro, alejándome un poco del trío de los adultos que me rodeaba.

- Rin, es que es la verdad. Ellos lo han sabido desde un principio, pero al ver que te negabas a creerlo decidieron dejarte que te creas que alguien lo ha matado...

No había maldad en su voz. No ganaría absolutamente nada diciéndome algo así.

¿O sí?

Neru era una maldita, pero era mi hermana. ¿Por qué me mentiría?

- ¿Qué? ¿Por qué harían algo así?

Mi media hermana era una persona de carácter fuerte, si tenía que decirte algo te lo diría porque según ella era mejor una verdad que duela una vez, antes que una mentira que te destroce cada vez que la recuerdes.

- ...Para darte esperanzas.

¿Escucharon eso?

Era mi corazón romperse en mil pedazos.

Y... no sé por qué me dolía. Se supone que ya me había acostumbrado a que mi papá se haya muerto... Pero sentía que me volvía a doler, como si hubiese vuelto a morir.

¿Quisieron darme falsas esperanzas?

Pues hubiese preferido no tener ninguna esperanza desde el principio.

Las miradas de toda mi familia estaban posándose encima. Necesitaba pensar, y rápido.

La chica de cabello dorado me clavaba sus ojos miel, posiblemente esperando a que explote como una piñata y me lance a llorar frente a todos.

Hoy no, Satanás. Hoy no.

Tiré del brazo de la chica y la arrastré escaleras arriba, en ese momento me importaron muy poco los llamados de mi madre o los de Len. Ella se dejó arrastrar hasta que nos encerré con brutalidad.

- Tú te quedas fuera -le dediqué al rubio que nos había seguido, a lo que le cerraba la puerta en las narices.

Quedé en mi cuarto con la joven, por primera vez estábamos a solas. Ella inspeccionaba mi habitación con ojo crítico mientras yo pensaba con nerviosismo lo que haría, lo que le diría a partir de ahora.

Probablemente mi vida estaba corriendo peligro teniéndola ahí adentro, pero sacarle toda la información era mi prioridad.

Ya saben, a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca.

- ¿Por qué me dices esto si tanto me odias?

El aura de Neru era puramente negra. Fue como si sus motivaciones se revelaran frente a mí.

Me tenía rabia.

- Ya es hora de que te vayas enterando... Si mi papá se suicidó ha sido por culpa tuya.

 Dicen que la depresión se hereda...  quizás mis parientes me ocultaban las cosas porque pensaban que me deprimiría y me suicidaría, como hizo él.