"Y al final lo único que aprendí fue a ser fuerte por cuenta propia"Perdóname, por haberte decepcionado.
Perdóname, por haber dudado.
Por alguna razón, siento que la culpable soy yo por haber esperado tanto de ti.Quiero que sepas que fuiste lo mejor que me pasó en la vida.
Tu alma brilla en mis días nublados, y tu recuerdo me acaricia cada vez que siento el viento en mi rostro.Si pudiera volver el tiempo atrás, lo único que cambiaría son las veces en las que te dije que no tenía tiempo para ti.
Estoy aquí por ti, sigo aquí por ti, soy quien soy gracias a tus sabios consejos y al ejemplo que me regalaste.
Lo daría todo por volver a darte un abrazo.
Mi juicio había sido cegado.
Creí que te conocía, pero en realidad solo conocía esa imagen de ti que decidiste mostrarme.
Ahora lo entiendo, ahora sé que solo querías protegerme de los demás.
Protegerme de ti.
Y también de mí misma.Te vi reír, te vi llorar.
Te vi ser el mejor padre que podías ser.
Y ahora que lo he visto todo, quisiera que sepas que todavía te admiro.
Todavía te extraño.Todavía te amo, te lo juro.
Adiós, papá.
Ojalá me recuerdes, dondequiera que estés.Una llamada entrante a mi celular me sacó del trance en el que me encontraba, y por alguna de esas casualidades de la vida decidí que debería atender.
- ¿Señorita Rin Kagamine?
- Sí, soy yo -respondí automáticamente.
Los ojos de Len y Neru estaban sobre mí, escudriñando en busca de algún signo de debilidad, de una lágrima solitaria, de una rabieta o de una actitud caprichosa en reacción a lo que me acababan de confesar.
- Nos complace informarle que su madre ha finalizado con éxito la primera parte del tratamiento y ya se encuentra disponible para recibir visitas, empezando esta tarde.
¿Ver a mi mamá?
Eso era justo lo que necesitaba.
- Maravilloso, pasaré antes del toque de queda -declaré con una sonrisa forzada y por educación, aunque sabía que la recepcionista no lo vería.
Los rostros de mis hermanos parecían tener signos de interrogación en ellos, lo cual me causaba cierta gracia. No sabía cómo explicarles la urgencia que tenía de verla, así que me ahorré esas explicaciones.
- Tengo que irme -anuncié sin cuidado.
- ¿A dónde piensas ir?
- Quiero hablar con Lily, con mi mamá -repetí, aún pronunciando esa palabra con algo de cuidado, como si no la sintiera aún propia. La mujer que me parió no había sido una osita cariñosita exactamente, mas bien era como una generala en una academia militar.
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EL PACTO | RiLen
RomanceTHRILLER / ROMANCE Rin Kagamine se niega a aceptar que su padre se ha suicidado, por lo que decide ayudar en la investigación policial. La pubertad, la amistad, el amor y la familia tocan su puerta, esperando ser atendidos en esta historia que llev...