30. LA HUIDA pt. 3

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Ellen abrió una puerta al fondo del pasillo, que revelaba una escalera en espiral. A Brian se le hizo un nudo el estómago. Ya sabía a donde conducía aquella escalera. La tomó precipitadamente de la mano, alejándola de la puerta y la aplastó contra el muro. -¿Estás loca?¡Vas a ir al despacho de tu hermano Colum!¿Qué "deamhain" vas a hacer allí?

Ella trazó de zafarse de un empujón, pero Brian era demasiado grande para ella, lo miró sorprendida. Normalmente se libraba de todo el mundo con su corpulencia. Lo miró airada. –Voy a coger parte de mi dote. Sé donde Colum guarda una copia de la llave del despacho por si pierde la suya y en que armario guarda la recaudación del castillo. Me llevo parte de lo que me corresponde por derecho... -Brian aflojó la presión y ella pudo salir de su sitio contra la pared. Tenía razón, le correspondía una dote por derecho, parte de ella sería Lallybroch, pero los MacKenzie tenían menos tierra allí que los Fraser, así que Ellen se llevaba lo que le restaba en dinero contante y sonante. Quedó aún más fascinado con la astucia de aquella mujer. Era única. La única para él. En aquel momento estuvo seguro, justo después de empezar a seguirla por las escaleras y ver como se empinaba precariamente para alcanzar la llave, que estaba encima de la repisa del umbral de la puerta. Esta vez fue mas rápido que ella y al ser mas alto, la alcanzó sin problemas. Se preguntó como haría Colum para alcanzar la llave. En ese momento, Ellen pareció que le leyera el pensamiento. –Mi hermano usa su daga para alcanzar la llave, le cuesta trabajo, pero lo hace... -abrió la puerta y ambos entraron, cerrando por dentro. Brian rezó con todas sus fuerzas por que los pájaros de la enorme jaula de Colum no empezasen a piar asustados. Pero afortunadamente estaban a oscuras y parecían estar dormidos. Su vista se acostumbró fácilmente a la oscuridad, era un rasgo que tenía desde que recordaba. Todos decían que había nacido con vista de gato. Ellen debía ser igual o conocía tan bien la estancia, que fue derecha hacia un armario sin chocar con nada, justo al lado de la mesa del Laird de Leoch y se quitó una de sus horquillas. Empezó a forcejear con el candado diestramente hasta que a los pocos minutos, éste cedió con un "clic" y se abrió. Casi pudo verla sonreir con suficiencia en la oscuridad. Oyó como se abría el armario y el sonido del candado al ser puesto sobre la mesa. Ella revolvió un poco y localizó por el tacto el enorme bolsillo que contenía toda la recaudación para el castillo de ese año. Le daba mucha pena dejar al castillo sin dinero, pero era parte de su dote, no se iba a ir con las manos vacías. Luego puso apresuradamente el candado y le pasó el bolsillo a Brian, que casi silbó de lo mucho que pesaba.

Abrieron de nuevo la puerta y la cerraron, colocando la llave en su sitio, cerciorándose de que no había nadie en la galería antes de salir y cerrar la puerta que daba a las escaleras. Brian había escondido en una hornacina todo lo que se iban a llevar y lo había cubierto con una de las mantas que le había dado Mairi. Con ella improvisó un hatillo donde lo metió todo y se lo colgó en bandolera a la espalda. –Ahora, -sonrió a Ellen, tomándola de la mano. –guíame hasta la salida, cariño.

Ellen estuvo a punto de besarlo allí mismo, pero se contuvo y lo condujo hasta las cocinas, donde se despidió de mrs Fitz, que los estaba esperando; con un apretado abrazo y un sonoro beso cuajado de lágrimas por parte de las dos. Antes de que los dos desaparecieran por el pasadizo, oculto tras unos toneles de melaza, en la despensa, la señora Fitzggibons, agitó un cucharón en dirección a Brian. –Te llevas una joya "laddie", cuídala como merece o me enteraré y te hundiré este cucharón en ese precioso cráneo que tienes. Te lo juro como que me llamo Glenna Fitzggibons. ¿Me has entendido?

Brian sonrió por el fervor de la buena mujer y ante su sorpresa, también la abrazó, haciendo soltar a mrs Fitz un pequeño grito. –Lo prometo señora Fitzggibons. Cuidaré a esta mujer con mi propia vida si es preciso. Le daré toda la protección de la que sea capaz... Toda. –dicho esto, desapareció tras Ellen en la oscuridad.

LAS PERLAS Y EL JABALI (FANFIC DE OUTLANDER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora