28. LA HUIDA pt. 1

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Una lluvia de pétalos de flores y avena sacudió a los novios y los padrinos, justo al bajar del estrado después de un apasionado beso, que sorprendió a todos. El padrino y la madrina tiraron a la vez de la cinta que envolvía sus muñecas, heridas y juntas para mezclar sangre con sangre, tras los votos nupciales y los separaron sonriendo. Ellen y Brian, cogidos del brazo, bajaron tras los novios igual de sonrientes y felices. Hubo mas de una persona que dijo que formaban también una pareja magnífica, algunos incluso, mas bella que los mismos novios. Casi enseguida se detuvieron, pues Colum MacKenzie, escoltado por Lord Lovat y Sir Marcus McRannoch, le ofreció a los novios el tradicional "quaich" (tradicionalmente, "copa de amor" en las bodas, usada por los novios y también en las antíguas reuniones de los clanes). Una fuente baja, de plata, que se iba a utilizar seguidamente en el Gathering, pero en vez de llena de "Rhenish", estaba llena de whisky. Bebió el, como Señor de Leoch, bebió Lovat, como padre del novio, MacRannoch, como padre de la novia y seguidamente Blair, quien bebió a la vez que su esposa, de la misma fuente. "Una sola carne, una sola sangre...", habían acabado de pronunciar en sus votos nupciales. Seguidamente pasaron el "quaich" a los padrinos. Brian bebió sin dejar de mirar fijamente a Colum y a su padre y Ellen le imitó con la misma mirada de feroz desafío. Un brillo siniestro pasó por los ojos de Lovat, mientras que una punzada de vergüenza empañó los de Colum. El recipiente fue devuelto a los novios, quienes volvieron a beber a la salud de los invitados y devolvieron el "quaich" a Colum, quien, en contra de lo que todos pensaban, gritó ¡"Slainté math"! (¡salud!) y con una gallarda reverencia para alguien en su situación, ofreció la fuente de plata a los novios, como primer regalo de boda. Ambos la aceptaron con una graciosa reverencia y un aullido enorme recorrió el Gran Salón de Leoch, símbolo de la alegría que sentían todos. Otro recipiente se usaría en el Gathering, según parecía. Cuando cesó el griterío general, un solitario ulular se dejó oir y entonces, como por arte de magia, Mairi puso los ojos en blanco y se libró de dar con sus huesos en el suelo, porque Blair se adelantó a toda prisa a recogerla.

Brian ayudó a su hermanastro con su ya esposa, a sostenerla correctamente en los brazos, mientras le daba subrepticiamente un cálido apretón de agradecimiento en el brazo. También Ellen se adelantó a ayudar, sugiriendo llevar a la novia a la habitación nupcial para que descansase. Probablemente los nervios, la emoción de la ceremonia y, con una graciosa sonrisa en su rostro, lo apretado del corsé, miró de reojo a Lovat, cuya expresión se volvió más sombría, al captar la puya, la habían hecho desmayarse. Tras el asentimiento de Colum, dando su permiso para que abandonasen el salón y no asistiesen al Gathering, puesto que Ellen, como hermana del Laird debía acompañarlo al lado de su sitial, como Dougal, los cuatro salieron del salón con la novia inconsciente, camino de la alcoba común. En realidad nadie esperaba que los novios volvieran a aparecer hasta el día siguiente, así que las celebraciones siguieron como si tal cosa.

En ese momento, aprovechando el revuelo general, Murtagh salió también por la puerta camuflada con el tapiz y se dirigió a las cocinas, donde su tía ya tendría preparada a Robena con sus cosas. Los dos saldrían por un pasadizo secreto que él y Ellen descubrieron de niños y que iba a dar mas allá del castillo. Antes de la ceremonia, aprovechando que todo el mundo estaba en el Salón, había sacado y atado los caballos que necesitaban para la huida en el bosque, pasando delante de los guardias con un saludo. Todos lo conocían y sabían que iba y venía con recados del castillo. A nadie le extrañó que llevase de la brida a "Rionnag" , la yegua d Ellen y a "Teine Dubh" (fuego negro) el caballo de Brian. Para el y Robena eligió dos caballos fuertes y resistentes para hacer un largo viaje hasta el puerto de Dysart, cerca de Kilkardy, condado perteneciente a la familia Sinclair, que nada tenía que ver con los Fraser. Brian y él habían fraguado un apresurado plan de fuga para Robena. El la llevaría hasta el puerto, donde embarcaría hacia Francia con ella, para dejarla a salvo en la Abadía de Saint Anne de Baupré, donde un hermano de Lovat, Alexander Fraser, mucho mas piadoso que él, era monje. Allí estaría segura y con sus joyas y el dinero que hubiese podido reunir, podría empezar una nueva vida en Francia, lejos de las manos de su marido y su suegro. Poco a poco, Murtagh, que volvería a Beaufort, después de dejarla y aduciría un recado de los MacKenzie para encontrarse con la comitiva Fraser y los recién casados, iría sacando como pudiese a los hijos d Robena, al menos a su hija menor, Eileen. Pues los varones, como posibles sucesores de Lovat, estaban estrechamente vigilados.

LAS PERLAS Y EL JABALI (FANFIC DE OUTLANDER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora