Al fin estaba frente a Felix.
Después de casi ocho meses de románticas y melosas cartas anónimas, por fin estaba frente a él. Aún seguía sin entender de dónde había venido esta repentina valentía con ganas de sólo acercarme y confesarle todo.
Pero ahora mismo me estaba arrepintiendo de eso. Todo indicaba que las cosas no iban a salir a mi favor y que nada iría como tantas veces lo imaginé entre suspiros tirado en mi cama mientras escuchaba canciones cursis de Sam Smith y Twice, porque me recordaban a él.
—Oh wow, Jisung, yo —pausó. Sus ojos barrían de hito a hito el piso y sus manos jugaban nerviosas sobre su pecho— no creí que fueses tú.
¿No lo creíste o no querías que fuera yo?
Puede que pudiese tener el valor de declararme, pero no lo tenía para poder enfrentarlo de esa manera. Sólo me quedó la opción de asentir tragándome aquel pensamiento.
—Sí, Hyunjin me dijo que tu mayor sospechoso era Changbin —suspiré y baje la mirada. Quizá esa era la razón por la que de forma imprevista quise revelar mi identidad. No soportaba la idea de Felix leyendo mis notas y suspirando creyendo que eran escritas por alguien más, pero vaya que ahora me arrepentía como nunca, tenía un enorme deseo de nunca haberme acercado y simplemente dejar de enviar las notas sin aviso. Olvidarme de este estúpido enamoramiento, quizá.
—Sí —fue lo único que dijo. No lo culpé. ¿Qué más podría decir? «—Ah sí, bueno es que en realidad me gusta Changbin y quería que fuera él el que estuviera detrás de esto, por lo que ahora estoy decepcionado.» Aquello no sería algo que Lee Felix podría decir. Era una persona demasiado acendrada y empática, nunca lastimaría a nadie con sus palabras. Era un ángel y yo como el mortal que era había caído ante sus encantos etéreos; mas ahora como si en realidad yo fuese un demonio, estaba siendo cortado por su afilada espada, volviendo al lúgubre infierno donde debí quedarme desde un inicio.
—Debes estar decepcionado —me burlé sardónico. Me burlé de mí mismo. Me burlé de la estúpida idea de enviarle cartas. Me burlé de mi efímera valentía. Me burlé de mi amor por él.
—No, no es eso. Sólo jamás creí que fueses tú. No tenía ni idea —susurró. Quise reírme aún más fuerte en ese momento. Se lo hice saber muchas veces por medio de pistas muy obvias. Mis amigos llegaron a desconfiar de que hiciese algo tan evidente, pero al final Felix nunca captó nada y fue hasta este vergonzoso momento donde por fin supo de mi identidad.
Felix simplemente no quería que la persona parada frente a él fuese yo.
Quizás él tirado sobre su cama y entre suspiros se imaginaba Changbin confesando que él había escrito cada nota y dejado cada regalo porque estaba perdidamente enamorado de él. Quizá mientras escuchaba a algún artista que le recordara a Changbin.
O quizá sólo yo era así de ridículo.
—No sé qué decir ahora —confesé haciendo una mueca—, ni siquiera creí que escribiría tantas cartas y que llegaríamos hasta aquí.
Aclaré mi garganta al sentir una especie de nudo en ésta. Mi pecho dolía pero intentaba ignorarlo.
—Tampoco sé qué decir —dijo soltando una risita—. Gracias por todos los detalles y las notas, realmente le levantaron en muchas ocasiones, además era entretenido. Eres un gran chico, Jisung.
Oh vaya, ahí estaba el famoso halago antes del bateo.
Soy un gran chico pero no soy Changbin, ¿verdad?
—Pero —continuó el pecoso y yo sólo intenté preparar mi corazón para el inminente ataque que iba a destrozarlo. Se quedó callado y probablemente eso me destrozó más.
Ni siquiera sabía como rechazarme.
—No digas más —dije riendo y haciendo ademanes para que se detuviese, por primera vez me miró y sentí un vacío. Sus ojos reflejaban lástima—. Lo entiendo.
No mentía.
No esperaba que sólo por ser romántico por cartas mágicamente se enamorara de mí como pasa en las historias. Ahora me daba cuenta que en realidad no sabía que esperaba. ¿Sacar mi amor por él? ¿Ridiculizarme? ¿O realmente creí de forma ingenua que terminaríamos juntos?
Entendía el rechazo de Felix, pero aún así dolía como si estuviese siendo quemado vivo. Tal vez debí acercarme a él desde un inicio e intentar atraerle de forma más directa. Tal vez nunca debí dejar la primer carta. Tal vez debí haber ignorado lo que me hacía sentir.
Estoy seguro de que Felix es un chico asombroso y no es su intención destrozarme así. Y realmente quisiera tener algún otro argumento para finalizar aquella oración, alguna otra justificación o algo que logre ayudar a que mi herido corazón entienda lo que mi mente.
—Estoy aliviado de habértelo dicho, es suficiente —sí lo estaba, esconderme así y escabullir las notas era toda una tarea. Sentía mis hombros más livianos, mi pecho menos apretado y mi mente menos ocupada. Callé después de aquello porque no sabía que decir.
¿Tendría que despedirme? ¿Abrazarlo? ¿Desearle suerte con Changbin aún cuando realmente no lo deseaba con sinceridad?
Suspiré. Y sin más comencé a caminar para alejarme. Ya no había más que decir y realmente quería llorar. Mientras más pronto terminase aquella conversación más pronto podría desahogarme y comenzar a superarlo, supongo.
Esto no es una historia adolescente donde los protagonistas terminan felices. Desde una perspectiva positiva, yo soy el protagonista de mi historia y no estoy siendo feliz porque aún no es el final de mi historia.
Tal vez en el futuro.
Si las historias terminasen en finales felices siempre sería muy aburrido, algunos tienen que salir con el corazón roto para continuar con la atención del público. Esta ocasión me tocó a mí.
terminé "Yo, Simón Homo Sapiens" y esto pasó, en este punto de la antología ya no sé que son los one shots, sólo los publicó y ya, perdón y gracias por tanto ):

ESTÁS LEYENDO
antología; skz
FanfictionDiversos one-shots o drabbles que voy escribiendo sobre shipps de Stray Kids o de ellos en general.