antología; skz

dumb; hyunmin

harry potter ¡! au

—Bien, Hyunjin, es sólo darle el jugo y actuar normal. Hasta un tonto como yo puede hacerlo —Hyunjin se animó y caminó hasta la mesa correspondiente a Ravenclaw, no sin antes estirar y dejar poluto su uniforme.

Lo que estaba haciendo era sumamente bobo y estaba avergonzado de siquiera hablar sobre eso: estaba caminando hacia Kim Seungmin con un jugo de naranja que ocultaba una pócima de amor que con arduo trabajo Hyunjin perfeccionó para que ésta no fuese dañina para Seungmin o que tuviese efectos secundarios irreversibles.

Sus compañeros de casa se burlarían de él si enterasen que ocupó su talento en pócimas para llamar la atención de un chico que parece sólo interesarse en plantas y libros. Se burlarían de él sólo por haberse enamorado, el detalle de la pócima sólo aumentaría las burlas y de sólo pensar en los comentarios, su cabeza le dolía y sus ganas de hacer un veneno -no letal- aumentaban.

Pero mientras caminaba hacia los chicos de azul, olvidó a sus compañeros, inclusive ignoró que éstos le miraban curiosos mientras se dirigía erguido a la mesa. 
Cuando estaba a unos pasos, el chico frente a Seungmin levantó su mirada encontrándose con los ojos nerviosos de Hwang, quien le dedicó una leve sonrisa antes de seguir caminando, pasando de la mesa de los Ravenclaw y de Kim Seungmin que mantuvo su mirada sobre sus alimentos.

A un paso apresurado pero discreto se acercó hasta la mesa de Gryffindor, para ser exactos hasta Jeongin, quien comía sus alimentos tranquilo mientras sus compañeros de casa hablaban de nimiedades. 

—Tienes que ayudarme —Hyunjin empujó a Yang y tomó asiento en la larga banca de madera. El chico rubio frente a ellos miró mal al intruso después de que este empujase a Yang. Jeongin continúo comiendo como si no hubiese un ansioso Slytherin a su lado.

—No voy a encubrirte —respondió limpiando las comisuras de sus labios.

—No es eso, no esta vez —murmuró—. Necesito darle esto a Seungmin —dijo con los ojos sobre el vaso de vidrio—. Y por favor dile a tu novio que deje de mirarme así.

—¿Qué es eso? —Jeongin se acercó al vaso y olió el contenido—. ¿Por qué se lo quieres dar a Seungmin?

—Nada de eso importa —respondió nervioso.

—Importa, nada le asegura a Innie que planeas envenenar a Seungmin y se va convertir en un testigo —la pareja de Jeongin contestó regresando su vista a sus alimentos.

—¿Qué imagen tienen de los Slytherin? —el pelinegro cuestionó ofendido.

—No es de los Slytherin, es de ti —el pelinegro -a quien Hwang reconoció como Changbin- que estaba comiendo junto a Chan, la pareja de Jeongin, respondió con una sonrisa irónica provocando que el chico de Slytherin hiciera un puchero.

Si bien Hyunjin se metía en problemas de forma frecuente, él no se consideraba una mala persona, sólo eran malentendidos o accidentes.
Por ejemplo, todas las veces que causaba explosiones en la clase de pociones o cuando generó un gas nocivo que provocó que tuviesen que evacuar todo un piso del castillo, también cuando rompió una ventana de un salón al tratar de hacer un hechizo y agitar su varita de forma fuerte. Nada había sido intencional, él era inocente.

—No pensamos mal de ti, Hyunjin, sólo eres un poco torpe —el rubio aclaró y se encogió de hombros.

 Bueno, eso era innegable. Hyunjin asintió.

—Pero no quiero matar a Seungmin.

—¿Entonces qué hay en el vaso? —Jeongin cuestionó.