Seungmin corrió y se deslizó sobre aquel piso de madera hasta golpear con la pared. De forma torpe y apresurada gateó hasta la mesa más cercana y se escondió debajo de ésta, tirando de la percudida y aterciopelada tela roja que la cubría como mantel, en un vano intento de que ésta no le dejase expuesto.
Los pesados pasos se dejaron escuchar sobre la hueca madera, rechinando en cada pisada y encogiendo el corazón de Seungmin conforme se aquel tenebroso sonido se escuchaba más cerca.
"Sé bueno e irás al cielo."
Bien, lo había sido por los cortos dieciocho años que se le permitió vivir, entonces, ¿¡por qué ahora huía despavorido del diablo!?
Juraba que había hecho lo mejor de sí para nunca faltarle al respeto a ninguna religión, había tratado con cariño y amabilidad a todos sin importar como le tratasen, inclusive trató de mostrarle toda la devoción posible a ese dios del que ahora sentía tanta aberración, ¡inclusive había mantenido un voto de castidad!¿Por qué ahora se escondía de formas patéticas de aquel demonio? ¿Por qué siquiera había fallecido?
Era un buen estudiante, podría haber logrado grandes cosas. Lograr dejar una huella en la humanidad, pero todas aquellas metas y esperanzas habían quedado enterradas junto con su cuerpo varios metros debajo del suelo. Sin alguna pizca de fe de que pueda volver y recuperar aquella pura y honrada vida que tuvo.
Un siniestro tarareo entró en la habitación donde Seungmin se refugiaba. Kim se aferró con miedo e impotencia al borde de la manta conteniendo el aliento y las lágrimas.
Ni siquiera recordaba cómo había fallecido, su último recuerdo era de hace un par de minutos cuando había despertado en aquella tétrica y gigantesca casa, totalmente confundido y con un extraño sentimiento de vacío sobre su cuerpo, como si le hubiesen arrancado algo (que minutos después descubriría que fue su vida).
Estuvo unos minutos sobre el liso piso café de la gran entrada de aquella edificación tratando de evocar cómo y por qué se encontraba ahí. Sus dudas se detuvieron cuando una figura se poso con confianza frente a él, Kim creyó por unos largos minutos que aquella persona era un ángel y no estaba del todo equivocado, pero tampoco era la verdadera identidad de ese ser.
Aquella imitación de ángel se presentó con una enorme sonrisa que llenó de desconfianza a Seungmin y provocó que comenzase a preguntarse desconfiado sobre aquel espectro que lucía tan jovial.
El extraño no contestó sus dudas sobre su ubicación ni sobre su persona por más que Seungmin insistió. Cada duda referente a esos temas era evadida con un guiño o una risa coqueta que lograba erizar a Seungmin, la única información que salió de los gruesos labios del chico fue que Kim Seungmin había fallecido.
El pánico comenzó a esparcirse sobre su ser aún más, cuando Kim le pidió que le dejase ir, el pálido chico frente a él negó sin borrar su sonrisa, se puso de cuclillas para quedar a la altura de Seungmin -que permanecía sobre el piso- y susurró a escasos centímetros del rostro del coreano:—Él decidió que estarías aquí y tú le diste la estructura.
¿Qué demonios significaba eso? En el hipotético caso de que Dios fuese quien decidió que estuviese en aquel infierno, no entendía el porqué, si hizo todo bien y según las escrituras tan sagradas en los devotos a esa divinidad, ¿por qué su salvador lo enviaría al abismo a ser castigado?
¿Y cómo es qué él mismo había decidido el lugar? Una gran mansión no era su mayor miedo, ésta ni siquiera estaba del todo abandonada y todas las luces se encontraban encendidas. No lograba encontrar una conjetura que uniese aquel edificio con un trauma o alguna pesadilla. Tampoco era un sueño o un lugar en el que desease estar.
Nada de ese lugar tenía sentido, ni siquiera su llegada.Después de aquella macabra frase el demonio comenzó a acercarse de forma peligrosa a Seungmin entre murmullos donde le prometía que con él viviría algo mejor que el paraíso, que haría que su caída ahí valiese la pena y fuese justificada entre todas las diversas formas que pecarían juntos. Le prometió sabiduría, tocar el paraíso y la verdad absoluta entre lascivas frases y discretos pero seductivos toques sobre el cuerpo de Seungmin. El chico negó cerrando sus ojos con fuerza tratando de no cegarse y caer ante la hechizante maravilla que le sonreía de manera provocadora. Cuando la mano del pálido habitante de aquel lugar tocó de forma suave y sensual el cuello de Seungmin, llegó a su límite y se alejó con temor.
Quizás aquella tentativa prueba era su pase al cielo, aquel demonio que trataba de probar su pureza era un enviado de Dios que buscaba confirmar que Kim Seungmin merecía ir al cielo.
Aún esperanzado de su divinidad, salió corriendo adentrándose en aquella desconocida casa, escuchando por última vez un abucheo por parte del enigmático ente.
Su salvador no lo mantendría de forma definitiva ahí, al ver que Seungmin se escondiese y huyese del pecado, le rescataría y lo llevaría de la mano a la gloria donde Seungmin debió arribar desde un inicio. ¿No?
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antología; skz
Hayran KurguDiversos one-shots o drabbles que voy escribiendo sobre shipps de Stray Kids o de ellos en general.