CAPITULO 33:

1.9K 127 18
                                    

VOLVÍÍÍÍ JAJAJAJAJA NO ME RESISTÍ A USTEDES. ADELANTÉMONOS POR UN DÍA Y EMPECEMOS A DESATRASARNOS DE ESTA BELLA HISTORIA. ¿Y PORQUE? PORQUE HOY HACE VARIOS AÑOS, JULI IBA A DECLAMAR SU POEMA Y CHARLES Y MARIAN TUVIERON SU PRIMER BESO EN LA OFICINA

—Entonces es seguro que vendrán—le dio vueltas al bolígrafo en la mano, mientras miraba a su esposa, que terminaba de ordenar unos papeles en la mesa

—Es oficial—respondió ella por el—allá vamos a estar. Queremos reunirnos antes contigo para discutir la normativa de nuestra empresa, y luego asistir a la fiesta. ¿A qué hora estás disponible, Charles?—Rick y yo miramos primero a un lado de la pantalla, donde estaba Jeremy, y después al otro, donde Gabriella seguía como si nada.

Mi amigo rió.

—Sí. Sé lo que piensan. No manda solo en casa—su esposa alzó la vista.

—No entendí. ¿Pasa algo?—

Era lunes en la mañana. Estábamos a días de la importante cena de mi empresa, y mientras Rick y yo nos reuníamos para la junta mensual, el matrimonio Ford se ponía en contacto desde Nueva York, por video llamada. Con intenciones de preguntar algunas cosas, sobre la normativa para la creación de una multinacional. Y como su amigo y su agente de negocios contratado, les ayudaba en lo que necesitaran. Y Maxwell aportaba lo suyo de vez en cuando.

—Has dado órdenes por mí, cariño—le metió un mechón de cabello detrás de la oreja

—Tú te quedaste callado. Alguien debía hablar y no dejar al señor Jiménez con la palabra en la boca—le hizo una mueca.

—Esperaba tu opinión de si íbamos a ir—alzó las manos.

Disimulé lo gracioso que era verlos discutir. Porque exactamente así éramos Susana y yo antes de que ella se marchara.

—Y te la di. ¿Cuál es el problema?—miró a la pantalla—hombres—

—Pediré entonces que se los adjunte en la lista de invitados. Y que Tammy apunte en mi agenda, la reunión con ambos, un día antes u horas antes de la ceremonia. ¿Les parece?—mi amigo miró a su esposa.

— ¿Qué?—le sonrió.

—Responde tú, querida. Ya que tienes el mando hoy—ella le propinó un codazo—nos parece bien, Charles. Muchas gracias—

—Solo tengo una pregunta—anunció. La miré— ¿los niños?—

—Vendrán con nosotros, y con ellos la niñera. ¿Julieta estará en la fiesta?—afirmé.

—Es la primera vez que asistirá a una. Esta feliz. Pueden traer a Heidy si lo desean—Gabriella me sonrió.

—Gracias—miró a su marido—que Navy se quede con Rosie y Ángel en el hotel, entonces—estuvo de acuerdo—Heidy se muere por conocer a Julieta. Esperemos se lleven bien. Mi hija es un poquito... mandona—

La conocía perfectamente. A esa pequeña de diez años, morena, adoptada por la pareja en Túnez, África. Con una inteligencia despiadada, pero tambien muy dulce.

—Como la mamá—se burló el marido a lo que ella le dio un codazo—es broma—me miraron—iremos con Heidy para que Julieta tenga con quien entretenerse. Nos vemos—

Terminaron despidiéndose y desconectándose de la red. Para ellos apenas empezaba la mañana y el trabajo, siendo las ocho. Lo primero que hice, mientras Maxwell movía la silla del otro lado, fue escribirle un mensaje a mi secretaria para que los Ford fuesen apuntados en dicha lista y en mi agenda de la empresa. Solo de Nueva York me faltaba respuesta de los Harrison, tambien amigos míos, amigos de los Ford, y quienes me conectaron con estos últimos para evaluar la normativa de la empresa EUA Company.

PERFECT L1 DE LA BILOGÍA: SIN ESPERARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora