Agoney entró a la biblioteca con un objetivo claro, aunque al principio no logró encontrar su cometido, ya que el rubio que buscaba estaba enterrado en miles de libros, apuntes y subrayadores.
- Hola pollito.
Raoul subió la cabeza, y sus ojos rojos conectaron con los oscuros del canario, quién aguardaba confuso a un saludo de respuesta.
- Hola Ago...
Volvió a bajar la vista, y aquello dolió al moreno. ¿Donde estaba la efusividad de siempre? ¿Donde quedó levantarse enseguida y unirse en un abrazo?
Se sentó a su lado con preocupación, y le quitó de la mano la hoja que estaba leyendo.
- ¿Que haces?
- Ayudarte. Estás agobiado, lo noto, porque no te relajas un poco y...
- ¡No Agoney! No puedo parar, no me da tiempo, los exámenes empiezan este viernes, y voy fatal. Devuélveme la hoja.
- No vas a poder estudiar bien si estás estresado Raoul.
Se mantuvieron la mirada por un tiempo, aunque el primero en apartarla fue Raoul, aguantandose las lágrimas.
- Vete Agoney, que da igual, no me apetece, prefiero estudiar.
- No vale de nada sacar buenas notas si luego vas a estar mal.
Aquello hizo enrabiar al rubio, quién necesitaba sentirse, de algún modo, útil.
Y que podía hacer si solo sabía sacar buenas notas, si no sabía divertirse, ni tenía otro talento, ninguna meta en la vida.
- Si no saco buenas notas, ¿En qué destaco Agoney? ¿Para que valgo?
De sus ojos caían irremediables lágrimas, que el moreno limpió al tiempo que acariciaba sus mejillas con delicadeza.
- Destacas en tener los ojos mieles más bonitos del mundo, en tener un corazón enorme y en ser la mejor persona que he conocido. Y te admiro mucho, si te sirve, para mí lo vales todo.
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Mini Ficciones// RAGONEY
Short StoryRecopilación de pequeñas escenas de los ragos, son minificciones que ya he subido a mí Twitter independientes entre ellas. Aviso, son textos pequeños, tonterías, momentos soft, moñas... Espero que os gusten.