SONREÍR

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Escucha la puerta abrirse, y después un pequeño y alarmante llanto.

- Agooo.- Un cuerpo impacta contra el suyo, y nota su pecho mojarse debido a las lágrimas de su marido.

- Raoul... ¿Que pasó? ¿Porque llora el chiquitín?

Se empieza a preocupar cuando no dice nada, pero ve al niño perfectamente en su carro, aunque llorando desconsoladamente como su padre.

- Yo... Yo no estaba... - Se separa limpiándose las lágrimas, y baja la mirada al pequeño que emite ruiditos de angustia atado en la sillita. - Se ha caído y me asusté y lo puse en la silla y nos vinimos rápido. No podía hacer que parara.

Su respiración se acelera, así que Agoney decide besar sus mejillas húmedas y dejar un ultimo beso en sus labios.

- Va, que no pasa nada. - Se acerca al carrito donde un pequeño rubio le mira curioso, aún con angustia, pero sin llorar. - Hola chiquitín mío... ¿Que pasó?

Le desabrocha y le coge en brazos acunando lo suavemente, se acerca de nuevo a su marido, y le hace cogerlo.

El rubio lo coge dudoso, aunque no rechaza el pequeño cuerpo que se amolda en sus brazos.

- ¿Que...?

- Ey, ¿sabéis que no se puede sonreír con los ojos cerrados? - Tapa los ojitos marrones del niño, y éste automáticamente ríe.

Cuando levanta la cabeza hasta su chico, le ve con los ojos cerrados y una sonrisa igual de tierna.

- Eso es mentira...- Cuando el rubio los abre se da cuenta de la burla de Agoney. - serás...

- Os hice reír, así que solo recibiré agradecimientos. - Vuelve a coger al pequeño y besa sus regordetas mejillas. Después, nota como un peso de más se cuelga en su espalda y le llena su propia mejilla de besitos.

- Gracias, eres el mejor.

- Lo sé. - Ambos ríen, y sin saber si el niño ha entendido algo, oyen sus carcajadas.- Y él también lo sabe.

Mini Ficciones// RAGONEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora