DESPERTAR

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Un suave llanto les despierta, primero a Raoul, pues justo tenía al pequeño entre los brazos, y el oído contra su boca.

Por eso es él quien susurra palabras bonitas, y le da friegas en la tripita sabiendo que seguramente sean los gases que le hacen pupa.

Aunque es Agoney quién se da cuenta de que el rubio se está quedando dormido de nuevo y que no queda mucho para que su alarma suene.

Por eso coge con suavidad al pequeño, besando su frente, y lo estira debajo de él. Ha dejado de llorar, porque le mira curioso, igual que su otro papá, con ojos medio cerrados.

- ¿Que le pasa a mi chiquitín?

Ve primero como el bebé abre la boca, y después escucha la risa de Raoul.

Cuando ve que el niño busca la voz de su padre, acerca su boca a su cuello para darle besitos pequeños por toda la mejilla.

Las sornisas de sus personas favoritas se mezclan, y Agoney no puede estar más feliz de poder escucharlas. Sigue dándole besitos por toda la cara, y después se separa un poco para hacer lo mismo con su novio, aprovechando también para besar esos labios que tanto le gustan.

- ¡Buenos días mis chiquititos!

Mini Ficciones// RAGONEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora