Primera Plana - Star-Ant - Marvel

Capítulo 11.

Desde que Scott tenía 10 años, solía pasar al menos 1 día a la semana en casa de Hope. Era prácticamente una tradición que ambos fueran a casa de Van Dyne después de la escuela.

Cuando estaban en la escuela primaria se la vivían en la casa del otro, los únicos días donde no pasaban el día juntos eran los fines de semana, pues los pasaban con sus padres. Más tarde en la escuela media sus visitas se fueron reduciendo y finalmente, después al entrar a la preparatoria, se hicieron menores, después de todo pasaban mucho tiempo juntos en la escuela por el diario escolar.

Ante los ojos de todos, el par era muy unido, algunos incluso especulaban que eran pareja, claro, desconocían por completo que ese par era familia. Eleanor, la madre de Scott, y Janet, la madre de Hope, eran primas, por lo tanto sus hijos eran primos segundos. Sus madres siempre fueron muy unidas y por lo tanto ellos también, compartían un vinculo de hermanos.

Siempre fueron un contraste entre sí, ya que mientras Hope siempre fue muy seria, Scott era un desastre total, pero eso era en parte lo que les hacía llevarse tan bien como lo hacían. Uno era el confidente del otro, Scott sabía que podía contarle a Hope cualquier cosa, se abría por completo con ella, muchas veces mucho más de lo que lo hacía a sus padres.

-Así que le dijiste que eres gay -.

-Sí... -.

-¿Y eso te preocupa? -.

-No estoy seguro -.

Hope miró a Scott con su característica mirada analítica, aquella que había heredado de su padre, Hank Pym. Estaban en su habitación, ella se encontraba sentada en su silla giratoria junto al escritorio donde estaba su computadora y el chico estaba recostado en su cama boca abajo mientras abrazaba el enorme peluche de avispa que sus padres le regalaron cuando era pequeña.

-Déjame ver si entendí... - se giró en la silla para verlo de frente - ...estas preocupado porque no sabes qué pasará ahora que Quill sabe que eres gay, porque no sabes si él sabe lo de Cross y las fotos -.

-Sí... - dijo en un murmullo mientras estrechaba a la avispa de peluche contra su rostro.

-Scott... a mi parecer, estas exagerando un poco las cosas -.

-¿Exagerar? - la miró sorprendido - ¡¿de verdad crees que estoy exagerando?! - se incorporó en la cama de rodillas sin soltar el peluche.

-Sí -.

-¡Esto es grave, Hope! ¡no quiero a otro idiota fastidiándome toda la vida! -.

-Scott, piénsalo - pese a lo alterado de su compañero, ella en ningún momento cambio su semblante tranquilo y analítico - si él supiera todo y sólo esta fingiendo ser amable, no cambiaría nada el que le hayas dicho que te gustan los chicos, esa sería información que él ya tendría -.

Lang guardó silencio y frunció las cejas. Eso era cierto.

-Ahora, si él de verdad no sabía nada, no actuó extraño ¿no? no te insulto ni pareció ofendido o molesto ¿verdad? dices que parece tener un extraño complejo de súper héroe, entonces no creo que te tratará diferente ni se meterá contigo ¿no lo crees? -.

-Pues... - Lang se agachó sentándose sobre sus piernas y desvió la mirada.

Hope debía admitir que le causaba un poco de gracia lo fácil que podía leer a Scott. Si bien él no era un chico que se complicara las cosas la mayoría del tiempo, cuando estaba nervioso o trataba de ocultar algo, solía preocuparse y alterarse por la más mínima cosa.

-Ya enserio, Scott, dime qué es lo que te preocupa -.

Y Lang volvió a recostarse en la cama, sólo que esta vez se arrojó de espaldas para mirar el techo. Sabía perfectamente qué era lo que le preocupaba pero no tenía ganas de decirlo en voz alta, aunque en realidad no era necesario que lo dijera.