Capítulo 35.

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Dos semanas.

Dos semanas habían pasado desde la final del campeonato de futbol.

Scott Lang podía decir que su vida desde ese día, era muy buena.

-¡Scott! ¡Peter ya está aquí! -.

-¡Ya voy! -.

El chico de cabello castaño se dio una mirada más en el espejo y salió del baño con prisa, fue rápidamente por su mochila y su cámara a su habitación para luego dirigirse hacia las escaleras y bajar lo más rápido que pudo.

En la sala estaba su madre charlando con su novio.

-Peter - Scott saludó con una sonrisa.

-Hola Scott - Quil correspondió el saludo con una sonrisa igual de grande.

Eleanor Lang observaba la situación con una sonrisa de emoción. Su hijo miraba a Peter como si estuviera viendo la maravilla más grande en el mundo y Peter lo miraba de la misma manera.

-Bueno chicos, creo que es mejor que se vayan antes de que se les haga tarde - tuvo que sacarlos de su ensoñación o estaba segura que se quedarían mirándose por horas.

-Ah, cierto - Scott sacudió la cabeza - nos vemos más tarde, mamá -.

-Adiós, cariño - Eleanor beso la mejilla de su hijo y luego se acercó al joven rubio - nos vemos, Peter -.

-Hasta luego, Eleanor - Peter se agachó para que la mujer pudiera besarle la mejilla, pues era más alto que ella y no se atrevería a rechazar ese cariñoso gesto.

Los dos chicos salieron de la casa del castaño con la madre de éste deseándoles suerte a ambos. No fue hasta que estuvieron en la otra esquina, que Peter se animó a tomar la mano de su novio y dedicarle una sonrisa al hacerlo.

Sonrisa que le encantaba a Scott.

-¿Hablaron de algo mientras bajaba? -.

-No, no hubo tiempo, fuiste muy rápido -.

-Menos mal - suspiró. Conocía muy bien a su madre y dado que ella se había puesto muy feliz cuando le contó de su relación con Peter, sabía qué clase de cosas podría decirle.

Era la tercera mañana que Peter iba a recogerlo a casa para ir juntos a la escuela. Al principio no había querido, pues le parecía un poco cursi e incluso apresurado para su relación fresca, pero Peter había insistido mucho una mañana y dado que el trayecto a la escuela fue muy grato para ambos, le había seguido otra más.

Sin embargo, esa mañana Peter fue por Scott porque tenían que hablar de algo.

-A las 5, saliendo del entrenamiento, lo recuerdas ¿Verdad? - cuestionó Quill.

-Sí, lo recuerdo - rió un poco, pues le estaba pareciendo un poco paranoico.

-Por cierto, si quieres puedes esperarme en la sala del diario, no es necesario que me esperes en el campo -.

-Peter, está bien - dijo relajado.

-Pero Scott, no me gustaría que esos idiotas--- - el semblante preocupado y la insistencia de Quill desaparecieron cuando su novio dejó de caminar y de buenas a primeras, le plantó un beso en los labios.

Fue un beso corto, no duró mucho pero ambos lo disfrutaron.

-Está bien, Peter, ya no me importa - dijo Scott en un tono bajo, con sus manos sujetando el rostro de su novio.

"Su novio"

Para ambos sonaba demasiado bien esa palabra en los labios del otro.

Y aunque Peter Quill no estaba del todo seguro, no podía negarle nada cuando lo miraba de esa forma.

Primera Plana - Star-Ant - MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora