Lowell, Massachusetts siempre fue una ciudad tranquila. Cercana a Boston, era una combinación entre pequeña comunidad y moderna metrópoli, claro, una metrópoli pequeña. En ella podías encontrar plazas comerciales no tan grandes como en Boston pero ideales para la población, las calles eran grandes con un toque urbano sin perder ese toque de pequeño poblado.
Ciertamente, la belleza de Lowell podría ser opacada por Boston, pero sus habitantes eran plenamente conscientes de lo magnifico de su ciudad, al menos Scott Lang lo era. Al joven de cabello castaño y ojos verdes, siempre le gustó su ciudad, pues ésta le ofrecía hermosos paisajes para capturarlos con su cámara.
Para el joven fue un poco triste tener que dejar su hermosa ciudad por el campus de la Universidad de Brandeis, pero no había tenido de otra, no si quería estudiar en su escuela soñada. Claro, con el paso del tiempo, se acostumbró al campus y a lo que la ciudad de Waltham tenía que ofrecerle.
Obviamente, eso no le impedía volver de vez en cuando a su ciudad natal para visitar a su madre y demás seres queridos. Cada verano sin falta volvía a casa para descansar y antes, durante su primer año, solía volver cada fin de semana, esto cambió cuando entró en su segundo año de escuela, pues las tareas y compromisos lo mantenían ocupado y no podía visitar a la familia tanto como antes, pero se aseguró de mantener el contacto por medio de largas llamadas y varios mensajes a lo largo del día. Además siempre volvía para las fiestas de fin de año.
Hoy en día, en el invierno de su último año estudiando fotografía, Scott Lang de 21 años de edad, volvió a Lowell como era de esperarse, sin embargo, ahora no se encontraba en casa con su madre, no, el joven de pelo castaño esperaba en una banca en el centro comercial, viendo cada adorno en el lugar y en las diferentes tiendas mientras esperaba.
Llevaba 30 minutos esperando, todo gracias a que llegó 15 minutos antes de la hora acordada. Tener tanto tiempo de espera comenzaba a ponerlo ansioso, pero antes de que sus nervios terminaran de crisparse por completo, su cita llegó.
-¡Scott! -.
Cuando escuchó aquella voz, el interior de Lang se agitó pero se descontroló por completo cuando vio al dueño de ella acercándose. Se levantó de la banca casi de un salto y se quedó quito, esperando la reunión sin dejar de mirar por un sólo segundo al otro chico.
Peter Quill se veía diferente al chico que conoció en el campo de entrenamiento del instituto. Sin duda había madurado en apariencia, pero su sonrisa seguía siendo tan jovial e infantil como siempre.
-Peter - su nombre salió como si fuese un suspiro.
Sin decir una sola palabra más, Peter Quill se lanzó a abrazar al castaño en cuanto estuvo frente a él. Envolvió sus brazos con gran emoción.
-Scott... ¡Me alegra tanto verte! -.
La voz de Quill se escuchaba un poco más profunda pero igual de escandalosa que siempre. Era la misma voz enérgica que aceleraba el corazón de Scott, por eso éste no tardó más tiempo y correspondió el abrazo.
-A mí también me alegra verte -.
Se abrazaron por quizás más tiempo del normal pero no les importó en lo absoluto. Al separarse, clavaron sus ojos en el otro e inspeccionaron cada cambio o modificación en su apariencia, siendo Lang quien encontró más.
Los rizos rubios y brillantes de Peter desaparecieron, ahora llevaba el cabello corto, haciéndolo ver un poco pelirrojo, también llevaba barba y bigote cortos, no tan marcados, su cuerpo se veía más grande, más musculoso y fuerte, se notaba pese a tener puesta una chaqueta de invierno.
-Te ves genial, Peter, cambiaste mucho - halagó, pues aunque lo había visto en un par de fotos en las redes, nunca se dio cuenta de qué tan grande fue su cambio.
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Primera Plana - Star-Ant - Marvel
FanfictionScott Lang, fotógrafo del diario escolar, es encomendado a realizar un artículo sobre el equipo de fútbol junto con su mejor amiga. Scott detesta a todos en el equipo de fútbol por asuntos del pasado y le resulta fastidioso el nuevo trabajo. Peter Q...