Capítulo 29.

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La sensación era simplemente embriagadora. Ambos movían sus labios en una perfecta sincronía, una donde ambos disfrutaban del contacto.

No sólo sus bocas se unieron, también lo hicieron sus cuerpos. La mano izquierda de Quill se encontraba sobre la mejilla de Lang mientras la derecha se aferraba a su cadera y por su parte, Lang sostenía con fuerza los dos brazos de Quill.

Fueron minutos los que duraron así, únicamente disfrutando, hasta que Scott se dio cuenta de lo que estaba pasando.

Los ojos verdes se abrieron con sorpresa y poco a poco su portador fue retirando sus labios de los ajenos sin mantener una gran distancia del otro chico.

El beso terminó, aquel mágico momento de ensoñación llegó a su fin. Era momento de enfrentar la realidad.

Una realidad donde Scott Lang y Peter Quill estaban a centímetro el uno del otro y se miraban fijamente. Lang veía los ojos azules y vibrantes de Quill mirarlo fijamente.

Era una mirada embriagante, pero él debía mantenerse lucido.

-Peter... ¿que...? ¿qué fue eso? - preguntó retrocediendo un paso, sintiendo la necesidad de guardar un poco la distancia. Se alejó al mismo tiempo que soltó aquellos fuertes y grandes brazos.

-¿Eso? Eso fue un beso - una sonrisa orgullosa y coqueta se dibujó por todo el rostro de Quill - y por tu reacción, puedo decir que fue el mejor beso en tu vida -.

Era un juego, una más de sus bromas que tanto hacían reír a Scott. Sin embargo esta vez Scott no se estaba riendo, lo miraba con confusión y seriedad.

Una seriedad que nunca antes había visto en sus ojos y que por lo tanto, lo alarmó.

-Quiero decir... fue... - sintió un ataque de nervios por la forma en la que lo veía. De repente, sintió miedo de haber hecho algo incorrecto - ...fue algo... que quería hacer desde hace un tiempo -.

Tal declaración sólo aceleró aún más el corazón de Scott, el cuál ya estaba bastante agitado.

Peter lo miró con atención, trató de estudiar cada centímetro de su rostro en un intento por descifrar su sentir pero sólo se encontró con una expresión de sorpresa y confusión.

-Scott... yo... - se animó a acercarse, dio un paso al frente para volver a estar a sólo un par de centímetros de distancia.

Se miraron a los ojos. Azul y verde se encontraron nuevamente en un momento mágico.

Entonces Peter no desperdicio el tiempo y volvió a unir sus bocas en un beso mucho más corto pero igual de correspondido. Al separarse no se alejaron mucho.

-Desde hace un tiempo quiero hacer esto - declaró el rubio.

Los ojos de Lang bailaban de un lugar a otro, grabando cada centímetro del rostro del rubio.

-Scott... - Peter lo miró a los ojos sin dudar, completamente seguro de lo que diría - ...tú me--- -.

La gran declaración de Quill fue interrumpida por un par de dedos. Lang lo había interrumpido poniendo los dedos sobre sus labios.

-No Peter... no quiero escucharlo - negó en un tono bajo pero firme.

Las cejas de Quill se torcieron en un gesto de tristeza y desesperanza.

-Pero Scott... es lo que siento -.

El corazón de Lang de oprimió ante eso y lo hizo dudar de sus acciones. Lo tentó a flaquear, pero él no podía darse ese lujo.

-Peter... nosotros... acabamos de conocernos, nos conocimos hace tres semanas, aún es demasiado pronto... -.

Quill sintió alivio. Sí, alivio, pues logró entender los motivos de Scott para negarse a escucharlo y francamente, le alegraba que fuesen esos.

Primera Plana - Star-Ant - MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora