Capítulo 17.

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Cuando Eleanor Lang vio a su hijo entrar en compañía de Peter, se asombró bastante, en especial porque ambos chicos llegaron riendo e incluso continuaron con sus fuertes risas al cruzar por la puerta y acercarse a ella.

-Hola mamá -.

-¿Qué tal, Eleanor? -.

La mujer de cabello castaño tenía las cejas levantadas y la boca ligeramente abierta por la sorpresa, pero no tardó en sonreír y mirar interrogativa a los chicos.

-Hola muchachos, es una sorpresa verlos juntos -.

-Nos cruzamos en el camino y decidimos venir juntos – explicó Peter.

-Ya veo – asintió sin dejar de sonreír ni de mirarlos con intriga – sé que Peter viene todos los viernes sin falta pero me sorprende verte aquí Scott -.

-Pensé que un buen hijo debe venir a recoger a su madre más seguido – se encogió de hombros.

-¿Ah sí? Bueno, creo que puedo acostumbrarme a eso – sonrió con cierto gusto – pero querido, sabes que salgo dentro de dos horas más ¿qué planeas hacer hasta entonces? -.

-No te preocupes por eso, ya me las arreglé – miró al rubio y le guiñó un ojo.

Aquel gesto causo aún más sorpresa en la mujer, quien sólo pudo sonreír por la nueva y algo repentina confianza entre los dos chicos.

-¿Harán algo juntos? -.

-Le pedí a Scott que me ayudara a escoger algo para mamá, ya sabes, no sé mucho sobre libros y no quisiera tener que llevarle los mismos – Peter se encogió de hombros.

-Oh, así que ya tienen planes, entonces los dejo, los buscaré cuando sea hora de irnos –.

-Bien, vamos, Peter -.

-Te sigo, Scott -.

Los dos chicos se marcharon, siendo perseguidos por la atenta mirada de la mujer. Eleanor Lang estaba muy sorprendida por la repentina confianza entre esos dos. Ella conocía a Peter y sabía que era un buen chico, pero pudo darse cuenta que a Scott no le agradaba y aunque no sabía porqué, le daba la impresión que su hijo se mantenía distante a él, por eso verlos entrar a la biblioteca riendo como si fueran viejos amigos, le sorprendía bastante, aunque para ser sincera, le agradaba.

Scott guió a Peter por la biblioteca, yendo directo a la sección de literatura. Quill llevaba más de un año yendo a esa biblioteca pero debía admitir que no la conocía tan bien como el castaño.

-Mira, aquí es donde están las mejores novelas clásicas – Scott se detuvo en un pasillo formado por libreros – allá están los clásicos más populares pero aquí es donde realmente puedes encontrar mejores cosas -.

-Oye pareces conocer muy bien este lugar – dijo mientras revisaba algunos libros - ¿antes pasabas mucho tiempo aquí? -.

-Algo así, mamá lleva trabajando aquí desde que yo estaba en la primaria, nunca creyó en las niñeras así que venía aquí después de la escuela -.

-Eso suena como una infancia un poco aburrida – le dijo con una sonrisa burlona.

-No lo era tanto – le respondió mientras buscaba entre los libros – claro, no puede compararse a correr desnudo por los campos de Missouri para jugar en el lodo -.

-Oye – le reprochó frunciendo el ceño, torciendo la boca.

-Jaja – rió un poco, asegurándose de hacerlo lo suficientemente bajo para que nadie se quejara por el ruido – no era tan malo, no siempre me la pasaba aquí -.

Primera Plana - Star-Ant - MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora