¿Celos?.

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El rubio gruñó por sexta vez.


—¿Vas a decirme que tienes o tendré que golpearte para averiguarlo?. —Nat se cruzó de brazos.


Habían pasado dos días desde que  regresaron de aquella misión. Y algo no le gustaba.

Alguien en realidad.

La habitación se llenó de nuevo de aquellas risas.


—¿Son ideas mías o estos  dos se traen algo?. —Clint bromeó mirándolos. —Cap, deberías estar contento, por lo visto Tony cambió de blanco para sus bromas.


—¿Seguro que son bromas?. —El rubio le miró.—No es por querer lanzar teorías ni nada, pero esos dos son muy parecidos. Cerebritos que respiran ciencia.


—¿Celoso?. —La pelirroja le lanzó una mirada al rubio quien se tensó.—No creo que seas el tipo de ninguno Sam.


—¡Dios me libre!. —Tuvo un escalofrío. —Entre Banner y Tony, prefiero a Hulk.


—Cuidado con lo que pides Sam. —Le advirtió el arquero.


Todos rieron menos el rubio.

Ambos castaños  estaban sentados en el mueble. Demasiado juntos a su parecer. 

Desde que  regresaron, no había momento en el que no se les viera juntos.

No era como si extrañara sus bromas o comentarios, pero le molestaba esa facilidad que tenía para acaparar la atención de todos.

Tony pasó uno de sus brazos por el cuello del doctor y se acercó a su oído para decirle algo. 

Banner se tensó y luego negó visiblemente agitado.

Notó como la mano de Stark se apoyó en la pierna del doctor.

Eso fue la gota que derramó el vaso. Literalmente.


Estrelló su puño contra la mesa. La bebida de Sam terminó en el suelo.

Todos le miraron.


—¿Y a ti qué te pasa? —Le reclamó. —Si rompes algo en mi casa, lo pagas viejo.


El rubio le miró por un segundo y luego se retiró. Mandando una mirada helada al doctor que le puso nervioso.


—¡Hey viejo, estoy hablando! —El castaño le siguió.


—¿No tienes nada mejor que hacer que seguirme?. —Le recordó enojado.


—¿Y tú, nada mejor que correr?.


Steve se detuvo. Se sentía molesto y confundido consigo mismo.

Luego continuó, sin importar cuantas veces le llamó Stark.

Sin saberlo, dos personas sonreían traviesos a sus espaldas.

Amor Sin Medida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora