Evento.

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Decir que Steve estaba distraído, era decir poco.

Sabía que era un juego peligroso estar a solas con Tony.

 Más para su cordura que estaba a punto de salir volando.

Pero no podía negar que a su lado se sentía, aunque agitado, con una calma que no había conocido.

Había quedado sorprendido y encantado al ver nuevos lados del castaño que no conocía.

Aunque sus bromas estuvieran presentes, y a veces notara que Tony se reprimía para no hacerlas. 

Comenzaba a admitir que algunas no eran del todo malas.

Estaba ansioso. 

Desde hace días que no coincidían, Stark en su empresa y él viajando a todas partes del mundo de misión en misión.

Iba camino a su habitación, pero sus pasos se detuvieron al escuchar aquella conversación.


—Por lo visto Tony tampoco volverá hoy.


—Si, ya sabes otro de esos eventos de su compañía. —El doctor negó con la cabeza. —Tony esta más que loco por fugarse de allí pero Pepper no le deja ni respirar, no la culpo tiene sus responsabilidades.


El rubio notó que ambos estaban miraban la televisión desde el mueble.


—Incluso para él, no todo puede ser diversión o si?.


En la pantalla se podía observar a Pepper y a Tony.


Ambos vestidos de gala y, demasiado juntos a su parecer.

Por lo que pudo leer era un evento de caridad pero no prestó mucha atención en eso.

La periodista les preguntó algo. Tony enredó su mano en la cintura de Potts y le sonrió con picardía.

No pasó por alto el sonrojo de la pelirroja, quién se le acercó y le dijo algo al oído con una sonrisa.


—Es bueno saber que alguien le pone mano dura. —El rubio apretó los puños. —¿Hacen buena pareja o no Bruce?.


—Supongo. —Dijo el Doctor. —Ambos se conocen desde hace mucho tiempo, trabajan juntos, como no hacerlo?.


—¡Oh, vamos Bruce!. —Le miró con una sonrisa. —Observa la manera en la que ambos se miran. No debes de ser un adivino para saber que hay algo más allí que sólo una relación de jefe y empleado.


—Bueno... Conociendo a Tony. —Asintió el doctor. —No me sorprendería.


—¡Oye Cap! Vamos al gimnasio, nos acompañas?.


—Lo siento, voy de salida. —Se disculpó con Sam y tomó sus llaves avanzando con pasos rápidos.


No notó, que además de Sam y Clint, dos personas más le observaban con demasiado detalle.

Los cuales sonreían sin ningún pudor.

Amor Sin Medida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora