Horas Libres.

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Steve estaba seguro de algo, Tony era la persona más confusa del mundo.

Primero buscaba cada pretexto para pelear con el, luego le coqueteaba sin escrúpulos. 

Después le ignoraba y por último quería pasar tiempo con él.

Siempre le habían dicho que tenía que ponerse al día de todo lo que se había perdido.

 Había coincidido en ello, pero era mas fácil decirlo que hacerlo.

Aquella tarde/noche en compañía de Stark fue mejor de lo que esperaba.

Aunque le había costado un poco entender la trama de aquellas películas de guerra de las galaxias, Tony le explicó con toda la paciencia del mundo al notar su expresión.

El poder compartir con él en un ambiente diferente le dejó abrumado.

Los títulos variaron de acción a comedia, de ciencia ficción a horror. De las más extrañas hasta las más infantiles.

No lo dijo en voz alta, pero las de Disney le gustaron bastante.

Comieron y rieron sin presiones ni tensiones.

Casi a la madrugada, el castaño anotó en un marcador sus "Horas Libres" que había ganado, luego ambos se despidieron con una sonrisa.

La suya duró más.

Al día siguiente, lo que se supone que iba a ser un día tranquilo resultó lo opuesto cuando Fury les dio una misión sorpresa.


 El más sorprendido fue él no solo porque Stark se ofreció a participar. Se comportó, siguió sus órdenes y todo salió mejor de lo planeado.

El castaño había cumplido.


¡Y vaya de que manera!

El equipo regresó contento de poder estar de nuevo en, ¿quién lo diría?  La torre Stark era casi como un hogar para todos.

Le observó aterrizar y quitarse su armadura.

Los demás ingresaron a la torre.

Cuando iba a seguirlos le detuvo el menor.


—¿Tony?. —Le miró confundido al ver que sólo le miraba con una sonrisa.


—Son las cuatro Cap. —Le señaló su reloj.—Ya podrás usar las duchas con seguridad esta vez.


—¿Qué?.  


—Bueno, Jarvis se preocupa por ti —Le sonrió de manera perversa. —Quizás, quiera ver que no tengas ningún accidente en la ducha y quiera darme un reporte.


No entendió. Luego recordó el marcador, sus "horas libres" habían terminado.

El menor se retiró con una carcajada.

Ese día, Tony se dio cuenta que extrañó demasiado aquel sonrojo del mayor.

Rogers, que necesitaría más de esas horas para poder tener algo de paz, pero primero eliminaría, si es que existían esas cámaras en su habitación.



Amor Sin Medida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora