Amor Sin Medida.

Montaña.

Para Clint, no había nada mejor que volver a la acción después de un largo tiempo ausente.

Aún cuando sabía que durante la  misión mas sencilla, siempre existían riesgos potenciales.

La montaña del Cáucaso(*) les dio la bienvenida en esta oportunidad.

El clima golpeaba con fuerza su rostro, ensordeciendo sus sentidos. Pero eso no evitó que les detuviera de hacer lo suyo.

Steve, como siempre les dirigía.

Cada uno se encargaba de reducir al enemigo, esos terroristas no eran nada contra los Vengadores.

Una explosión mandó a volar a varios hombres.

El rubio giró en el suelo, quedó arrodillado y con una de sus flechas derribó al enemigo.

Uno de ellos saltó en una moto de nieve, apenas logró esquivarlo cuando otra le atropelló. 

Rodó en el suelo hasta el acantilado.

Trató de sujetarse del suelo pero sus manos solo se deslizaron.

Justo cuando iba a caer una mano sujetó la suya.

Su mano libre logró equilibrar su peso al sujetarse del borde.

Miro hacia abajo y silbó.

Esa caída le hubiera dolido.

—¡No es momento para admirar el paisaje!. —Rodó los ojos ante la queja de su amiga.

Apoyó su pierna en el muro pero resbaló.

El cuerpo de su amiga se deslizó aún más cerca del borde.

—¡Natasha, detrás de ti!. —Le avisó al ver uno de ellos acercarse.

La espía giró su rostro. Lo supo al mirar su expresión.

¡Diablos!

Nadie estaba cerca para ayudar.

 —¡Tienes que soltarme!. —Le aconsejó.

—¡No lo haré!. —Rugió molesta.—¡Sólo sube!.

Al ver el arma tomó la decisión por ella.

Soltó el borde con su otra mano y tomó una flecha.

Nat negó asustada.

El giró su muñeca.

Apoyó sus pies en el resbaladizo hielo.

—¡No te atrevas!. —Tan obstinada como siempre.

Ella se esforzó en mantenerlo, pero su agarre terminó cediendo.

Tomó impulso y saltó hacia el vacío.

Mientras caía, su flecha derribó al enemigo.

—¡CLINT!

En el aire, trató de acercarse de nuevo al muro congelado.

Sus manos resbalaban, el frío quemaba sus manos.

Su cuerpo impactó varias veces contra las salientes, más no logró detenerse.

El hielo le impedía sujetarse.

Su cabeza golpeó contra una rama, al girar dio de lleno contra una congelada y sólida roca.

Lo último que vio, fue una sombra frente a él antes de perder el conocimiento.

***

Montaña del Cáucaso: Ubicación, Rusia.