Amor Sin Medida.

Thor.

¿Quién decía que en Midgard no había diversión?.

Lo admitía. Stark sabía hacer fiestas.

Aunque el licor no era para nada comparado al Hidromiel, si lo mezclaba  sabía mucho mejor.

Pero por mas interesante y buena que estuviera esa fiesta, no todos tomaban y eso le parecía un desperdicio. Por ello decidió ayudar a su amigo a relajarse.

—¿Estás loco Beach Boy?. —Le reclamó el genio. —Juro que si no desapareces ahora, buscaré mi traje y te patearé el trasero hasta Asgard.

—¿De qué te quejas?. —Soltó una risa estridente al ver al otro luchar con el cuerpo de su amigo. —Yo veo que se divierte mucho.

—¿Se te olvida que Bruce no toma alcohol? —Gruñó molesto. —¡Menos esa basura de hidromiel, lo has emborrachado, estúpido salvaje!.

—Solo le hice un favor al llenar su copa. —Dijo con una fingida sonrisa inocente.

—Entre todos Thor, tú eres. —Tony bufo y se tambaleó con el peso extra pegado a él. —¡Hey, cuidado Brucie!.

—¡Ya, no seas aburrido Tony!. —Incluso a Stark le costó no reírse por la voz  de su compañero mientras lo abrazaba. —No es justo que sólo tú te diviertas.

—Brindo por eso. —Bebió de su copa el rubio.

—Tu brindas por todo Thor. —Dijo Clint a su lado, pero también tomó de su copa.

—¡Si, sí Brucie me alegra que te diviertas!. —Negó con la cabeza y alejó la copa de las manos de su amigo. —Pero no más licor para ti.

—¡Aburrido!.

Dijeron al unísono Clint, Thor y Banner, luego rieron a carcajadas.

—¿Aburrido yo?. —Dijo indignado el castaño.

—Si, lo eres. —El doctor se acercó demasiado al rostro de Stark. —¡Cierto, dijiste que te ayudara!.

—Lo haces amigo, lo haces. —No importaba cuánto se lo dijera, el doctor seguía insistiendo con eso.

Thor soltó otra carcajada al ver como el doctor le quitaba una copa al mesonero pero Stark se la arrebata de las manos.

—¡Tony! Sólo te quiero ayudar. —Gruñó el castaño frustrado.

—No deberías hacerlo enojar Stark. —Le sonrió el arquero. —No querrás que salga nuestro otro amigo aquí.

—Vale, amigo puedes ayudarme. —Negó divertido terminándose su copa. —Pero sin incrementar los niveles de alcohol en tu organismo.

Todos miraron con sorpresa como Bruce besaba a Tony en la boca.

Bueno, las relaciones en Asgard eran abiertas, pero jamás se esperó que aquellos dos tuvieran algo entre ellos.

Ni siquiera la vista del Dios pudo ver en que momento llegó Rogers, empujando lejos a Banner y llevándose al anfitrión.

Apenas el rubio pudo sujetarlo a tiempo de que cayera contra la mesa.