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23 de Octubre de 1943

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23 de Octubre de 1943.

1 año, 9 meses Y 8 días antes de la catástrofe de Nagasaki.

"El pasado 22 de Octubre fue capturado el grupo de jóvenes rebeldes pertenecientes a la resistencia japonesa. Dicho grupo compuesto en su mayoría por universitarios, son acusados por delitos menores que van desde el vandalismo hasta asuntos de índole gubernamental importantes. La información falsa brindaba por el grupo de rebeldes, ha originado conflictos en el interior del ayuntamiento y en toda plaza cívica a lo largo del país, los ciudadanos exigen saber la información que el gobierno oculta.

Ante el pánico generado, el General Todoroki Enji, ha dejado un mensaje a toda la población:

«— Quiero ofrecer una disculpa a todos mis compatriotas por la falsa información brindada el día de ayer por un par de rebeldes, que evidentemente, lo único que quieren es causar el pánico y el levantamiento en armas contra un gobierno que lo ha estado dando todo por el bienestar de su pueblo. Con toda seguridad, puedo decir que Japón es un país que no se deja doblegar por nadie. Nuestros soldados cuentan con la mejor preparación y equipamiento, todo pensado en su seguridad y en el cumplimiento exitoso de las misiones asignadas. Ningún solado ha sido capturado y mucho menos, usado como negociación por los países del eje. Las bajas siempre han existido, pero ninguna de manera significativa para alarmar a nuestra población ante una posible derrota o sabotaje, Japón es un país que nunca cae.»

Tras la declaración del general al mando, los levantamientos han disminuido a gran escala en los distritos del país. No obstante, personas de todos lados se han juntado en la base principal del ejército exigiendo pruebas reales de que los soldados enviados se encuentran realizando sus deberes con normalidad.

Estaremos al tanto para poder brindarle la mejor información actual, buenas tardes."

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Clave mis uñas una vez más sobre la palma de mi mano al escuchar nuevamente el irritante "tic tac" del reloj. El ruido nunca se detenía, sonando sin propósito alguno, solo recordando los miserables segundos de mi vida siendo desperdiciados.

Ser estratega no es algo que me enorgullece, pero tampoco me encuentro en posición de escoger que hacer con el resto de vida que me queda.

Sin darme cuenta, mi pie chocaba con el suelo de madera al ritmo del reloj. Enojado, desvíe la mirada hacia el librero rebosante de información confidencial que se encontraba a mi derecha, junto al perchero que únicamente resguardaba un saco de color negro y el sombrero de igual color que pertenecía al uniforme de la milicia.

1945; TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora