19

2K 292 305
                                    


5 de Noviembre de 1943

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

5 de Noviembre de 1943

Día de la Conferencia de la Gran Asia Oriental.

10:34 AM


Mire el par de zapatos de un rojo intenso que brillaban ante el contacto de la luz artificial del probador. La corbata del mismo tono que los zapatos iban a juego con el traje azul marino que portaba, la camisa blanca que llevaba debajo se ajustaba al torso con ayuda del par de tirantes ocultos y mis cabellos verdes seguían alborotados aunque el diseñador Best Jeanist intentara peinarlos.

— E-estoy bien así señor Hakamata. Los puedo peinar antes del evento, es más fácil con el cabello húmedo.

— Mi trabajo no estará completo sino lo hago. — Tomo de nuevo el cepillo que yacía en una pequeña mesita a nuestro lado. Primero intento peinando un mechón por debajo de mi cabellera, sin éxito, tomo el rociador con agua queriendo humedecerlo, pero el nudo que se había formado parecía hacerse mucho más fuerte. — Creo que tendré que cortarlo...

— ¡¿Eh?! — El pelirrubio tomo el mechón más largo de mi cabello y lo levanto solo para ver su longitud. Nuestros orbes se conectaron a través del espejo frente nuestro, sus delgadas manos se posaron sobre mis hombros provocando un pequeño salto de mi parte por el susto, sus casi inexistentes uñas se clavaron sobre mí y su mirada cambio por completo sin desviarla del espejo.

— Tu cabello se encuentra bastante descuidado, las puntas están maltratadas y secas, no tienes el volumen adecuado y es difícil de peinar. Si me lo permites, yo puedo hacer que todo eso cambie.

— Best Jeanist. — Hablo mi mentor desde el otro lado del cuarto con los brazos cruzados sobre el pecho, sentado sobre el sofá rodeado de bolsas con las compras del día. — No vas a cortarle el cabello.

— Creo que esa es decisión del joven, ¿Qué opinas?

Desvíe la mirada concentrándome únicamente en mi reflejo. El color original de mi piel había regresado en las últimas semanas, mis brazos habían aumentado de volumen por el ejercicio diario, las ojeras debajo de mis parpados habían disminuido y mis pecas ahora resaltaban más sobre mi tez. La imagen que tenía de mi estaba cambiando, me sentía totalmente diferente a cuando vivía en Nagasaki, ocultándome constantemente y fingiendo como se supone debía de ser, de ser el chico al que todos humillaban y hacían llorar por ser... yo. Finalmente podía ser yo mismo sin esconderme.

Porque el Midoriya Izuku que vivió toda su vida en una burbuja de opresión había salido y conocido la libertad por más cruel que pueda ser. Porque conocí la oscuridad de las personas pero también su bondad.

No volvería a ser quien era, intentaría ser mejor.

Por el señor Might y por todas las personas que ahora me apoyan.

1945; TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora