[ AU Segunda Guerra Mundial ]
Si tuviera que describir el mundo en aquel entonces, tal vez lo llamaría "problemático".
Sangre, llanto y dolor. Para muchos esta sería la descripción perfecta del mundo en aquel entonces. El dolor de ver morir a un ser...
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16 de Septiembre de 1943.
1 año, 10 meses y 16 días antes de la catástrofe de Nagasaki.
"Buenos días Japón y a toda su bella gente que hoy nos acompaña en un día más de pésame. Hace un par de días nos llegó la noticia acerca de la convocatoria que ha sacado la Conferencia imperial de nuestro país con la finalidad de informar la elección del nuevo ministro que se supone, pueda regir debidamente a nuestro pueblo. Después de esto, el general Todoroki Enji ha informado a los medios mediante una reciente entrevista que es uno de los candidatos a elegir para este puesto, y tal parece que es el candidato favorito de la mayoría de los presentes. Ahora yo les pregunto, ¿Creen que este hombre quien se ha dedicado a predicar la violencia y ha sido el encargado de diferentes masacres públicos el más adecuado para dirigirnos? Nuestra nación ha estado pasando por diferentes problemas desde 1941, y si todos recordamos, ese fue el mismo año en el que nuestro general junto con el consejo militar dio inicio a esta innecesaria guerra. Lo mejor para que este país prospere es alguien que sepa escuchar, alguien que recurra a la diplomacia antes que cometer un sucio acto con sangre de por medio.
Japón necesita a un humano, no un demonio como lo es Todoroki Enji."
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Los amaneceres brillaban diferente desde la partida de Deku. El sol ya no parece bailar con alegría junto a las nubes otoñales, el viento soplaba de una forma melancólica y triste, los pájaros ya no cantaban como antes y el ruido de las hojas del campo al chocar, lucía cada vez más... lejano. Como si estuviesen desanimadas desde que vieron partir a mi amigo, como si estuviesen anhelando su llegada.
Negué con la cabeza rápidamente continuando con mí caminar a través del gran mercado de Nagasaki.
Tal vez solo era una tontería, tal vez solo era yo la que estaba deprimida por su partida.
Con desconfianza, me aferré aún más a la canasta con yerbas que cargaba y con cautela, escondí el libro que había estado ocultando desde que salí de aquella extraña librería del loco del pueblo.
Camine a través del feo senderos de rocas y maleza queriendo salir lo más rápido que podía de ahí. La mayoría de las personas se encontraban recogiendo sus puestos, otros simplemente buscaban una forma de ocultarse del tiempo mientras que otras personas me imitaban y luchaban por salir de ahí lo más rápido que podían.
Desde que Deku se había ido, las cosas lucían mal por aquí.
Dando la una de la tarde en punto, todos corrían para esconderse. Todos le temían, y como no hacerlo si fue capaz de decapitar a una de las tantas personas que vivían aquí solo por negarse a lamer los zapatos de uno de ellos. El chico de cabellos azules claros quien siempre iba acompañado de esa extraña chica rubia y del flacucho pelinegro, ellos era quien tanto temor infundían en Nagasaki.
