La vida nos trae bastantes sorpresas una de ellas es: por más que alejé el mal, siempre estuvo a mi lado cegandome para que no me diera cuenta.
Los sonidos externos de aparatos, la musica lejana, las voces de enfermeras asimilando mi caso.
- Nat? - Bruno esta a lado mio puedo sentir su presencia, su mano sujeta la mia con fuerza, apreté su mano para que notaste que lo escucho. - despertaste. - mis ojos lentamente me ayudaron a ver su perfecta sonrisa. - sabia que eras más fuerte que el mal. - me abrasó muy relajado. - jamas perdi la esperanza. Estas semanas fueron complicadas. - semanas?
- Gracias a ustedes estoy aquí. - levante mi mano casi sin fuerza y la deslice sobre su rostro. - eres mi héroe. - sonreí.
- Es una broma tú fuiste quien me salvo y por ello recibiste el disparo. - señaló a mi estomago.
- No fue nada para alguien como yo. - desvío la vista. - mirame. - giro su cabeza hacia mi. - recuerda que yo no derramo una sola lágrima a menos que trate de salvarle la vida al Cabeza hueca.
- Hija. - mi padre entró abrasandome e interrumpiendo el momento.
- Sabes papá, te extrañe mucho. - se sorprendió cuando escucho mi declaración. - me equivoque por mucho tiempo, solo te pido perdón.
- No cariño, yo soy quien debe pedirte perdón. - acarició mi cabello. - esos maniaticos ya estan pagando donde siempre debieron estar. - asentí con la cabeza.
- Bueno yo los dejo. - Bruno se alejo.
- Agradecele a todos de mi parte. - grite.
- Hija ya vuelves a ser la de antes.
- Ya no cambiare jamás, lo prometo. - mi padre me abrasó mucho casi sacandome el aire. - herida... herida... duele... - se aparto de mi.
- Perdona. - mis no hermanos entraron abrasandome cada uno por un lado de la camilla.
- Parece que Natural resiste hasta disparos, te admiro loca. - Kile besó mi frente.
- Si loquita me espantaste horrible, sabes cuanto quise hacer para despertarte, pedí mil veces estar en tu lugar. - Ariadne me sonrió.
- Abrasenme, ustedes son mi familia. - los dos me abrazaron muy alegres.
- Te adoramos Natural. - Kile.
- Yo a ustedes rubiesito. - despeine su cabello color oro.
- Oye sabes cuanto tarde peinadome. - todos reímos.
- ¡Natalia! - mi no madre entro preocupada abrasandome. - sabes lo preocupados que estuvimos por tu ausencia, no te relaciones más con esa clase de personas ¿entendido?
- Lo prometo. - por primera vez sonreí sinceramente ante ellos, mi nueva familia. - Amaría que mi madre estuviera aquí. - recordé aquellas aberraciones que Leonardo y Ludmila hicieron simplemente por venganza. - Pero hoy los tengo a ustedes y son lo unico que quiero. - nos abrazamos en familia.
- Revisión. - el guapísimo doctor entró presipitadamente. - perdonen no quería interrumpir pero ya la veo mucho mejor señorita Evans. - sus ojos grises me dieron fuerzas. - si sigues así pronto saldrás de aquí.
- Mejorare. - dos lágrimas de felicidad salieron de mis ojitos.
Salí del hospital muy cansada papá dijo que antes de la transferencia de aquellos que me secuestron, Leonardo quiere hablar conmigo, según entendi recibiran una larga condena junto con platicas de problemas mentales, resulta que ellos no negaron nada, estoy indecisa, voy o no.
- Nat? - Kile asomo su cabeza entre la puerta. - oye que te pasa?
- Yo estoy bien... - no es verdad porque en mi cabeza giran todas las tonterías que he hecho y son bastantes: primero no escuche a mi mejor amiga cuando me dijo que ella jamas haría algo como Mentirme, después ignore a Bastian, aparté a todos de mi lado, no escuche a Bruno que siempre quería salvarme para que yo no me siguiera undiendo,
luego siguieron mis adicciones - fumar, beber alcohol para segun olvidar el dolor que aunque se me olvidaba cuando ya estaba muy borracha aún así seguía presente, pero lo peor fue cuando empese a cortarme, en este momento me doy cuenta porque Leonardo hacia como si le interesara pero nunca dijo nada para que yo siguiera lastimandome, Ludmila asesinó a mi madre, fue allí cuando mi corazón sintió un vacío, en aquel hospital quise morir desangranda de las manos, como ya saben Bruno me salvó, por ello Justin me entrego aquel paquete y yo de idiota lo tome pero mucho peor lo consumi, al ver a Bruno con esa chica me di por vencida, luego él me trató como basura, ahí decidí acabar con mi pesadilla y tratar de matarme. Cada uno de ellos me causo mucho daño, me quitaron lo que más quería.Aquella noche cuando vi los ojos de aquel chico, esa misma mirada fue la que me partió el alma, solo era un joven de 14 años que quería hacer justicia pero de la peor forma, tengo que ir, voy a ver a Leonardo para acabar con mi pesadilla y por fin ser feliz con lo que no me di cuenta que tenia. Mi familia.
- Natural pareces pérdida. - pasó su mano frente a mi.- Solo necesito hacer las cosas bien.
Primero James me fue a visitar diciendo que si yo ya no tenia novio y él tampoco (porque según su testimonio la chica esa es una odiosa) bromeó que podríamos salir juntos, ambos nos reímos por lo mismo.
Ya sabrán que es invierno por lo tanto me abrigue mucho para salir, primero encontré a Dereck y le agradecí por todo, le conté la verdad acerca de Bren se sintió igual que yo. Ya después busque a Bastian en la escuela, él acomodaba sus libros en el casillero, me miró pero siguió ordenando sus cosas.
- ¡Disculpa Bastian! - toque su brazo y él volteo a mirarme.
- Dime?
- Yo quería... pedirte perdón por no haberte escuchado, no confíe en ti, no me puedo perdonar a mi misma. Si me odias esta bien, lo merezco.... - iba a seguir hablando pero pronto sus brazos me rodearon.
- Como antes dije, jamas podria odiarte, tú fuiste engañada por ellos.
- Gracias Bastian. - también lo abrase cerrando los ojos.
- Lamento que lo que teníamos terminara de esa manera.
- Por lo menos podemos ser amigos. - nos separamos.
- Por supuesto, sabes cuanto tiempo espere esa palabra. - despeinó mi cabello.
- Mejor me pondré mi gorro antes de que me dejes peor de despeinada. - coloque en mi cabeza aquel gorro que mi príncipe me obsequió.
Finalmente fui a casa de Bren, toque el timbre he inmediatamente apareció ella, mi mejor amiga en la que yo desconfíe.
- Podemos hablar? - hice cara de suplica.
- Ok. Adelante. - abrió paso para que entrara y así pase.
- Bueno. No tengo palabras para decirte lo idiota que fui, me comporte horrible contigo, ni siquiera merezco que me hables. - baje la mirada, Bren coloco su brazo en mi hombro.
- Nat te perdonó. - me miró con una gran sonrisa. - se que no fue nada fácil lo que pasaste estos años, debí buscarte pero te deje sola y también me odio a mi misma por ello. - le sonreí sinceramente.
- Entonces?
- Dame un abrazo mejor amiga. - abrió sus brazos para que la abrasar, yo segui su acción.
- Perdoname Bren. - lágrimas salieron de mis ojos.
- No llores que me harás hacer lo mismo. Te quiero loca. - me golpeó con una almohada del sillón. - y que pasa con Bruno lo he notado muy preocupado por ti. - rodie los ojos.
- Eres muy ilusionista.- me senté con ella en el sillón y le platique mi historia. Ella no quería creer que fui capaz de lastimarme a mi misma. Pero así fue.
Solo falta una persona con la que debo disculparme, Bruno.
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Mi Secreto Confidencial.
Teen FictionEn la vida suceden cosas que no tenemos previstas o en mente como le sucedió a Natalia Evans, una simple chica que no tiene compromisos escolares, ni metas a futuro, ni un novio de revista, tampoco es la típica chica popular, ni la más guapa, solo...