Capitulo 25 Dame la cura.

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Al entrar por aquellas puertas me pareció extraño, las miradas se posaban en mi, yo actuaba natural, lo estaba logrando y eso me hizo sonreír.

- Ves lo que quise decir, tienes una perfecta sonrisa, no la pierdas por cosas...

- Insignificantes? - tome su mano lo cual causo que mi contacto le estremeciera.

- Sabes la respuesta. - me guió aún tomando mi mano. Nos soltamos cuando vimos a Dereck quien corrió hacia mi, me abrasó demasiado fuerte.

- Te extrañe brujilda. - dijo con sus ojos cerrados abrazandome.

- Yo más D. - antes lo llamaba así.

- ¿Cómo estas? - se alejó y miró mi aspecto.

- Supongo que mejor. - alce mis hombros.

- Debes saber el chisme de ultimo momento. - tarde en reaccionar cuando vi a Tomas y sus amigos (a excepción del estúpido innombrable) mi mirada se cruzo con la de él, aquel chico que me confundía.

- Natalia. - al ya encontrarce cerca, Bruno me abrazó.

- Por si te preguntas estoy bien, se lo puedes decir a tu hermana.

- No sabemos que ocurrió realmente, ellos no han querido hablar. - dijo Tomas.

- Sea lo que sea da lo mismo nos mintieron de la peor manera. - Dereck.

- Ya lo pagaran. - asegure acomodando mi cabello detrás de mi oreja.

- Nat.. - sé que es su hermana pero esta vez fue demasiado lejos.

- Lo se. - todos miraron mis manos con cortadas algo profundas.

- ¿Qué te paso? - cuestionaron Bryan y Víctor al unisono.

- Me caí en casa. - mentí pero es para que no me den sus penas.

- Ella estaba mucho peor hace unos días. - mencionó Leo a mi lado.

- Si no fuera por él estaría seguro dejándome morir. - todos me miraron serios.

Aparecieron los dos, las personas que me causaron tanto daño estaban observando a lo lejos lo que sucedía. Les dirigui una mirada amenazante y llena de odio. Realmente no merece la pena hablar con esos mentirosos. Me di media vuelta.

- Yo también sufró. - dijo Dereck mirándome.

- Son una perdida de tiempo. - me aleje para no tener que verles la cara. Dos lágrimas salieron antes de que pudiera darme cuenta. Bruno paso la yema de sus dedos sobre mis mejillas.

- Fue la mejor solución, ni yo aún me lo creo. - dijo sonriendo falsamente, a él le dolía lo que su amigo me causo y peor que su hermana tuvo mucho que ver.

- No quiero dar pena a nadie, no necesito su lastima. Menos la tuya.  - avance lejos evitando cruzar mi mirada con la suya.

Pasaban las horas y los recuerdos me dañaban más y más, todo lo que deseaba era olvidar.

Me fui deslizando en la pared del salón. - Borrate. - un nudo aparecío en mi garganta trate de aguantar no llorar pero no me era posible, un amor de años no se borra en 5 minutos si es así diganme la cura.

- Podemos hablar. - Ludmila se acomodo a un lado mio sentándose en silencio.

- ¿De que? - dije desinteresada. - Si es de esos traicioneros no tengo nada que escuchar.

- Esas marcas en tus manos las hiciste apropocito.

- Creo... que... - deje que dos lagrimas se deslizaran en mi piel. - fue la única manera de olvidar el dolor.

- Eso no esta bien Nat... pudiste hacerte mucho daño.

- No se porque todos fingen preocuparce por mi. Odio las apariencias de lastima.

- Lo hacemos por tu bien Nat, encerio no te lastimes a ti misma solo causas más daño del que ya hay.

- No te prometo nada... - conteste ya harta de sus sermones.

- Nat podrías escucharme... - sabia que la dueña de aquella voz no tenia la cara para mirarme de frente.

- Lud escuchas eso... - señale a mi oreja. - una víbora se acerca,  mejor me marcho. - me levante del piso, acomode mi blusa y me dispuse a retirarme.

- Lo siento Nat... lo que viste fue un error, entre Bastian y yo no hay nada.

- Ludmila dile que todas sus escusas no serán validas.

- Bren... - Lud habló pasándole mi mensaje pero ella la calló.

- Natalia jamas te traicionaría de tal manera, nunca.

- Lud dile que se largué. - podía sentir las lagrimas bajando como si no tuviera control.

- Natalia te estoy escuchando fuerte y claro.

- Lud ya vámonos. - tome la mano de mi verdadera amiga,  me aleje dos pasos pero pare y sin voltearme para verle la cara dije. - Por cierto el unico error aquí fue ser tu amiga. - me marche ya con emociones demaciado confusas.

- La apresiabas mucho? - Lud se paró frente a mi.

- Si no fuera así jamas me ubiera dolido esto.. - mi voz decaída era notoria. - la quise como a una hermana y ella hace eso. Quiero odiarla pero no puedo y eso me da más rabia. - Lud me abrazó dándome un consuelo muy reconfortante.

- Yo seré siempre tu amiga, ya lo veras. - también ella se sentía apenada.

- Gracias.  - limpie mis ojos por décima vez en este día. - Aprecio tu apoyo. - caminamos en silencio.

Al siguiente día me prometí no llorar. Tome tres respiraciones profundas.

Ya en clase ignoraba completamente las suplicas de Brenda. - Ya es demaciado tarde. - dije a Lud quien estaba a mi lado.

- Profesor me permite ir al baño. - pidió Dereck con la mirada de desvelo y cansancio.

- Adelante. - con su expresión no parecía que quería aquello que dijo.

Me quede mirando la puerta esperando a Dereck, quería verlo entrar por esa puerta pero nada.

- Profe puedo ir a la enfermería es que me estoy sintiendo muy mareada.

- Espero que no me este mintiendo.

- Noooo. - dije con mirada inocente.

- Tiene 10 minutos.

- Gracias.  - me levante de mi lugar, mire a Brenda. - Esto es tu culpa. - ella sabia a que me refería. - la pagaras si él se encuentra mal, lo juro. - la mire amenasante mientras ella bajaba su rostro.

Salí del salón buscando a Dereck con la mirada. Lo quería encontrar. Se me acababa el tiempo.

Mire por la ventana y allí estaba él con su mirada perdida con lagrimas en los ojos decallendo suavemente por sus mejillas. Abrí la puerta apresurada, me acerque a su lado. - Me siento tan insignificante Nat. - aún seguía afectado igual que yo. - No vali nada para ella. Nunca le importe. - las lagrimas se dejaban ver, él con sus manos cubrió su rostro tratando de disimular el vacío que me undio hace algunos días.

- Ninguno lo merece, ellos deberían estar sufriendo no nosotros. - rodie sus hombros dándole un apoyo que ni yo misma podía darme.

- Ocultas muy bien las heridas.  - acaso era una broma yo estaba peor que él, me lastime, cause dolor físico a mi propio cuerpo.

- No lo creas de esa manera. - una lágrima salio de mi ojo. - por el día es más sencillo pero al llegar el anochecer no puedo con ello. Pienso en dejarme morir. Pensé en hacerles daño... luego entendí todo, la venganza no asegura satisfacción alguna al contrario nos genera más daño y terminaría siendo como ellos, una basura.

- Gracias Nat.. - Dereck me abrazo conteniendo lagrimas, eso me hacia ver que hasta los hombres sufren, no tanto como una chica pero es posible que al mismo grado sí.

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