NARRADOR:
Joaquín estaba muy emocionado, puesto que este sería su primer día en la preparatoria, él sabía que todo iría de maravilla porque no se enfrentaría solo a un mundo nuevo, si no que lo haría de la mano de su novio Andrés con quien llevaba casi 10 meses de relación.
Su día comenzó muy bien, se levantó a las 5:30 a.m aproximadamente, no quería llegar tarde el primer día, entró al baño aún con pesadez, puso música en su teléfono, se quitó la ropa y fue directo a abrir la ducha, las primeras gotas de agua fría hicieron que el pequeño Bondoni se incorporara de golpe.
-Break up with your girlfriend. Yeah, yeah, 'cause I'm bored- Cantaba con gran inspiración mientras el agua de la regadera empapaba su cuerpo.
Al terminar su baño se envolvió una toalla a la cintura y salió en busca de su outfit. Se dedicó a escoger con cuidado ya que Joaquín se caracterizaba por su gran estilo. Al final eligió una playera blanca básica, pantalón negro a cuadros y converse blancos; se peinó, se fajó bien la playera y tomó sus cosas saliendo con rapidez al encuentro con su novio quien ya lo estaba esperando afuera. Tenían buen tiempo apenas eran las 6:03 a.m.
Al salir de su casa se encontró con ese chico de gran altura que le quitaba el sueño, con ese cabello oscuro como la noche, ojos cafés claros y una tez clara con pequeñas pecas debajo de los ojos, que llevaba puesta una chamarra roja, playera y pantalón negro con unos tenis del mismo tono de la chamarra.
-Que bien te ves mi niño- Soltó Andrés con una gran sonrisa en el rostro al ver a Joaquin salir de su casa.
-Tu también te ves precioso, amor- Se acercó a abrazar a Andrés para después depositar un corto beso en sus labios.
-¿Nos vamos?- Preguntó mientras mojaba sus labios con la punta de la lengua.
-Sí, no quiero llegar tarde el primer día-Andrés notó el entusiasmo de su rizado novio y lo miró con ternura mientras abría la puerta de su auto.
-Adelante mi chinito hermoso-Dijo mientras intentaba despeinar los rizos de Joaquín.
-¡Andrés! Déjame ya, que quiero verme bien hoy.-Su novio cerró la puerta y dio la vuelta al carro para introducirse en el.
-¿Que dices? Si tú siempre te ves precioso-Habló Andrés provocando el sonrojo de Joaquín.Después encendió el auto y dio inicio a su recorrido.
Durante su trayecto escucharon música diversa y hablaron de los nervios que ahogaban al menor de ellos, Andrés le aseguró que todo estaría bien. Después de estar casi una hora atorados en el tráfico, llegaron a su destino, no habían llegado tarde, eran 6: 56 a.m cuando Joaquín checó la hora en su celular. Bajaron del auto y se dispusieron a entrar a la enorme escuela que se imponía ante ellos.
-Es demasiado grande, creo que yo no voy a poder con esto- Joaquín habló mientras tragaba saliva y daba media vuelta para volver al auto.
-Ey, tú no vas a ningún lado, estamos juntos en esto ¿No?- Andrés intentaba estar tranquilo por su novio, pero eso no quería decir que no sintiera temor.
Caminaron de la mano por los pasillos principales hasta llegar a la puerta de la dirección, ya que Andrés debía llenar algunos papeles y entregar documentación.
-Espérame aquí afuera ¿Sí?- Puso las manos en los hombros de Joaquín y juntaron sus frentes.
-Mejor voy a ver en donde esta el salón de la primera clase y regreso- Si estarían aquí 3 años el rizado debía aprender cosas solo.
-Esta bien, pero ten cuidado amor- Dejó un beso pequeño en los labios del menor y dio media vuelta.
Joaquín imitó la acción de su novio y se profundizó en la aventura.
JOAQUÍN
Esta escuela era bastante grande, pasillos enormes, aulas igual de grandes y muchos estudiantes. Iba buscando el número 15, que era el salón en el que me tocaba en unos minutos, no podría tener a mi novio conmigo en todas las clases pero siempre íbamos a buscar el tiempo de estar juntos.
Escuché unos gritos al final del pasillo pero no puse atención, estaba muy entretenido buscando, cuando de pronto...
-¡Cuidado, cuidado!- Gritó una voz que se aproximaba a mí con gran velocidad, por lo que no tuve tiempo de reaccionar.
No sé qué pasó, pero cuando abrí los ojos todo me dolía.
-Puta madre, wey- Fue lo único que pude escuchar antes de sentarme.
-Creo que me pasó una vaca por encima-Hice algunas muecas mientras me sobaba la cabeza.
-Ora, ora más respeto-Yo aún no sabía quién era, no había prestado atención.
Cuando miré hacia el frente mi vista se encontró con la de otro chico. El cual se levantó para luego extenderme la mano y así ayudarme a parar.
-Arriba compañero- Tiró de mi mano hasta que logró ponerme en pie.
-Hola- Dije mientras lo observaba.
-Emilio Osorio, mucho gusto.
-Creo que te he visto antes.
Aquel chico alto, rizado, con una fisonomía delgada y perfilado me parecía familiar.
-Mmm...¡Sí claro, en las oficinas de televisa!-Exclamó con eufórica el rizado.
Eso, es el hijo de Juan Osorio, productor de la telenovela para la que hice casting hace unos meses.
-Tu hiciste casting para la novela en la que trabajo ¿No?-Me miro entre cerrando los ojos de forma graciosa.
-Sí, espero quedarme-Dije para después soltar una pequeña risa por las caras de Emilio.
-Verás que así será, te vi, eres bueno. Por cierto, ¿Como te llamas?-Sonrío un poco apenado.
-Joaquín...Joaquin Bondoni-Rasqué mi nuca con timidez.
-Un gusto, Bondoni, nos vemos luego- Levantó su mano en señal de despedida y se fue.
Un gusto, pensé. Después de eso llegó Andrés abrazándome por detrás.
-Pensé que volverías antes de que yo saliera-Me miró un poco extrañado.
-Sí...Perdón amor, tuve un pequeño inconveniente-Dije nervioso mientras recogía mi mochila del piso.
-¿Quien era el?-Señaló en la dirección en la que Emilio se había marchado hace unos segundos.
-Es hijo de Juan Osorio y creo que estudia aquí-Sonreí entusiasmado.
-¿Emilio?-Parecía estar muy confundido.
-Sí, ese mismo-Le sonreí para que quitara la mala cara que tenía.
-Nunca me ha caído del todo bien-Frunció el ceño y me arrastro de la mano en dirección contraria a la de Emilio.
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Better
FanfictionAndrés Vázquez es novio de Joaquín Bondoni, pero al pasar a la preparatoria con la llegada de Emilio Marcos a sus vidas las cosas cambian, las máscaras comienzan a caer y las verdaderas caras salen a la luz.