Ella no hablaba. Ni siquiera murmuraba. El ritmo de su respiración era lo que indicaba todo y para alguien con los sentidos tan agudos como Whis,aquello era más que suficiente. Sus manos frotaron esos muslos,un instante,para después volver a esa cintura estrecha,apretada,
pero no se detuvieron allí tampoco. Siguieron subiendo porque allá abajo era demasiado peligroso. Sus rostros se quedaron de frente de nuevo,
pero no hubo besos. Se quedaron quietos respirando profundamente. Exaltados. Quizá porque era la primera experiencia de esa naturaleza de parte de Whis,fue que vaciló. O bien la advertencia de Pier fue lo que por,un instante,lo obligó a cuestionarse si proseguir,mas el anhelo era demasiado grande para ignorarlo y casi como si de un bálsamo se tratase,calló sus razonamientos.Continuó,pero ahora desprovisto de esas trabas se volvió más efusivo y menos delicado. Besando y derrapando sus manos sobre esa fría piel, se entregó a pasiones que nunca imaginó tener. Era aturdidor para sus sentidos la sinfonía conjunta de los sonidos de lujuria.Después de minutos de tocarse como si en eso robaran más días a la vida,sucedió la entrada a ese cuerpo que no tenía ninguna defensa para él. Prácticamente su virilidad resbaló al ingresar en aquella carne volcánica. De la boca de Mary surgió un gemido claro e intenso,impropio de su gélida fachada. Whis metió los brazos por debajo de esa espalda para levantarla como se alza una tela de las aguas y sentarla sobre él. Las piernas de chica se cerraron en su dorso y sus manos se aferraron a sus hombros como si se tratase de las garras de un águila. Whis subió una de sus manos para tirar de ese cabello frondoso exponiendo ese cuello limpio y terso donde hundió la boca mientras ella se movía suave sobre él. Aquella postura de Mary,le permitió jugar con sus pechos y con el paso de los minutos caer en un frenesí que lo hizo sujetarla por las caderas, para cambiar el ritmo de aquel ascenso y descenso. Casi llegaba a suspirar su nombre en medio de su respiración entrecortada y ella guardaba sólo soltaba sensuales gemidos que no hacían sino exaltarlo más. Producto de ese acalorado desespero Mary, le escarbo el cabello desatando esos hilos blancos que cubrieron su arañada espalda.
En el punto más álgido sus bocas se volvieron a juntar para amortiguar ese último alarido de placer que escapo de esa descarga de materia intensa y larga que culminó todo. Sus labios se separaron,se miraron a los ojos sin pudor y se abrazaron para recuperarse,juntos,de todo lo que pasó.
La noche había caído. Por el espacio entre las cortinas no se veía más que oscuridad. Las noches en el campo eran oscuras,pero con ese diluvio esa noche en particular se tornó aún más negra. Whis miraba aquel fragmento de panorámica absorto en sus pensamientos,oia la lluvia caer y la respiración tranquila de Mary,que dormía pacíficamente sobre su pecho.
Su mano peinaba esos hilos rojos que a ratos atrapaban sus dedos como si fueran una red de cables de cobre.Las últimas horas de la tarde las había pasado atrapandose como un necio en una red que lo dejo cautivo. Fue el fuego que sus manos encendieron en aquella piel que reposaba sobre él,las que desataron un incendio que lo abrazo en lenguas de fuego que lo calcinaron y lo peor es que no quiso ni intento escapar,sino todo lo contrario llevo su carne hasta el punto de convertirla en cenizas. Lo hicieron tres veces en esa habitación en que flotaba un aroma muy peculiar.
Whis se sentía como si hubiera degustado un plato exquisito, desconocido y reservado exclusivamente para él,con un sabor que era suave y luego intenso para dejar unas notas persistentes en el paladar que endulzaban cualquier cosa. Algo bello y aterrador que le sacudió por entero.
La miraba dormir,siempre le gusto verla dormir.Era ese momento en que la soberbia mujer de postura erguida y mirada arrogante parecía más frágil,delicada y sueve. Es que ese lado de ella era algo que sólo le permitió ver a él.No era un distraido como para no darse cuenta que ella le permitió, desde el principio,cosas que a otros no y así mismo él también y así fue como todo terminó tejiendo esa red en la que ahora estaba voluntariamente atrapado. La amaba y era suya como ella lo amaba y él era suyo.No quería que Mary,fuera de alguien más después de lo que pasó esa tarde y él no quería ser de nadie más. De pronto la posibilidad de quedarse sonaba atractiva. Podía enviar al señor Bills de regreso cuando encontrara la forma,pero él podía quedarse ahí,donde tenía todo lo que un hombre necesita para vivir una vida tranquila y desde luego la tenía a ella.
ESTÁS LEYENDO
En la Tierra
FanfictionWhis cayo en la tierra desprovisto de poder por lo que volver a su mundo y encontrar al señor Bills será más difícil,para su suerte se encontrará con una chica policía que lo ayudará. Título anterior: El ángel que cayó del cielo.