Treinta y ocho.

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Abrió los ojos sin temor a despertar en cautiverio.Abrió los ojos con el ímpetu de la rabia. La respiración jadeante y en el vientre el vacío de la muerte. En su garganta moría una exclamación.Murió,pero resucitó al recordar al responsable de todo y con la fuerza de la ira, hirviente,gritó ese nombre causando en quienes lo oyeron una vibración de congoja y temor. Ni el mismo Vento podría dar a su nombre esa entonación. Las notas del juicio,del acusador,
del jurado y la sentencia más dolorosa de todas. Fue su hermano el primero en entrar y ver esos ojos de bosque ardiendo en fuego. Porque así sucede, primero es el incendio de la ira desatada,luego las brasas de la tristeza las que quedan ardiendo y causando dolor.

Sabía que su niña no estaba,mas la noticia de que su vientre era ahora un desierto desprovisto del más mínimo afluente de agua,le golpeó la herida dos veces. Tierra árida que nunca volvería a poblarse,desolación.
Dos veces mutilada,así se sentía Mary en esa cama blanca de hospital, esperando la visita del único ser que podía aliviar sus dolores,mas esa visita nunca llegó y ninguno le dieron razones de él,que validaran su ausencia. Su falta fue lo peor de esos días, su falta que la hacia cuestionarse las cosas más absurdas.

Lo llamaba ¡oh como lo llamaba desde el alma! Y él estaba haciendose el sordo en ese departamento que rentó hace semanas y que  ocupaba con escondite. Ella lo llamaba y él sólo no respondía porque aunque ella sufría,mas sufriría de seguir a su lado. Pensaba Whis.Escuchaba esas llamadas lastimeras suplicando consuelo al vacío y élse apretaba así mismo en un abrazo estéril que era un vano intento de ignorar lo que sentía.Tenía que cortar con ella todo vínculo,mas hacerlo era como sostener una espada por la hoja y así dar una estocada.Se lástimaba así mismo,empero no podía postergarlo más y ese día en que le daban el alta a Mary, se decidió a ir a verle...

...

-En mi opinión Whis es inútil que intentes huir de todo esto-le dijo Pier, cuando lo llevó a su oficina.

-¡No estoy huyendo !-le respondío el ángel-Sólo quiero que este a  salvo-dijo en voz baja.

-Ella no está ni más segura ni más en peligro estando tú lejos,pero si aumentarás su dolor. Te necesita cerca ahora más que nunca-le dijo Pier, en tono condescendiente.

-No tengo nada que ofrecer ni en este mundo ni en el mío-le dijo Whis-Además tengo planes para recuperar mi cetro y librarme de los Katharos. Planes en los que no la quiero involucrar de ninguna forma.La quiero a salvo,lejos de mi.

La expresión de ese ángel era la de la determinación.Una fría y cruel que hizo a Pier aflojarse el pañuelo que traía al cuello.

-Rompele el corazón entonces-le dijo Pier-De todas formas lo vas a hacer,al retornar a tu mundo ¿No? Porque según veo cambiaste de idea y volverás allá. Entonces ¿Para qué esperar? Hasla sufrir.Mete el dedo en sus heridas para que no quiere volver a verte en su vida,mas recuerda esto "si a ella le vas a hacer sufrir,tú sufrirás el doble y eso es porque no has dejado de amarla."

...

¿Romperle el corazón? Es más fácil destruir algo que crearlo, eso era algo que Whis sabía muy bien. Crear algo tomaba tiempo, trabajo,dedicacion y todo eso se podía venir a bajo en un parpadeo.

Al llegar al hospital tuvo un encuentro con Belmont en malos términos,pero al final el hermano de Mary lo dejo pasar a verla,al fin que sólo esperaban la venía del médico para llevarla a casa. La muchacha estaba sentada en la cama cuando él, entró sin anunciarse. Al verlo,
Mary le dio una sonrisa.Todos esos días mantuvo la esperanza de que él, estuviera tan afectado por la pérdida de su niña que quería estar solo,pero aquella ingenua idea se desvaneció al ver el rostro tan serio que traia.

En la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora