cuarenta y seis

215 45 3
                                        


Aquel sujeto les hizo subir al auto,no antes de venderles los ojos. Algo a lo que Bills se resistió. Mary logró convencerlo y juntos terminaron sentados entre dos tipos corpulentos,cosa que los obligó a tener que viajar de esa manera. La muchacha se sentó en las piernas de Bills y eso de por sí era incómodo,empeoró cuando dos tipos más subieron en las mismas condiciones que ellos.

En medio de semejante estreches, el dios se sentía como una auténtica sardina enlatada y se aferraba a la cintura de Mary,que tenía que soportar un codo en su espalda. El viaje duró cerca de unos veinte minutos,luego los hicieron bajar del auto. Bajaron unas escaleras y caminaron varios minutos hasta que les hicieron sentar en un sofá. No poder ver,era molesto. Lo más curioso es que para vendar a Bills,le quitaron la capucha y ninguna pareció sorprenderse con sus aspecto. Ahora estaba sentado allí,con todos sus demás sentidos alerta y sosteniendo la mano de la muchacha.Llegó un momento en que terminaron solos y entonces alguien separó a Mary de Bills.Cosa que a él,no le pareció.

-Tranquilo-le dijo Mary-Es un amigo,su nombre es Santiago.

-Encantado de conocerle señor Bills-le dijo el sujeto-Puede quitarse la venda.

Bills lo hizo de inmediato.Se encontró en un lugar bohemio y en compañía de un hombre moreno de ojos claros, que le extendió la mano. Se la estrechó.

-Quitense los zapatos.También el abrigo y la chaqueta.Luego síganme-les dijo Santiago.

Dos horas después Bills y Mary,estaban de vuelta en ese pórtico. La lluvia seguía cayendo y ambos estaban en silencio, meditando. Él la miraba recordando las palabras de esa extraña mujer de piel negra y cabello largo con varias trenzas. La muchacha quien sabe es que pensaba,pero estaba cansada y temblaba de frío.

-Vamos a casa-le dijo Bills y le puso su abrigo sobre los hombros.

-Tienes que cubrirte...

-Con está lluvia no hay nadie en las calles ¿Quién me vera?-le dijo Bills y le tendió la mano para ayudarla levantarse.

Con las manos en la espalda, como era su costumbre, se echo a andar. Mary lo siguió. Caminaron solos por las calles, bajo el aguacero hasta que un automóvil les paró.Al principio se alarmaron. Pero eso cambio a disgusto por parte de Mary y a fastidio por parte de Bills, cuando vieron de quien se trataba.

-Puedo llevarlos a casa si quieren-les dijo Whis,al bajar la ventanilla.

Era tanto rechazar la oferta,así que se subieron ambos en los asientos traseros. Whis los miró a través del espejo,ambos estaban serios y callados. Bills apoyo el brazo derecho en el resultado del asiento y ella se recargo en el hombro del dios ¿Buscaba provocarle celos a Whis? No,sólo estaba cansada y tenía frío,poco o nada le importaba que Whis se hiciera otras ideas.

La mirada de Bills,en cambio, delataba que se sentía triunfante  y que disfrutaba lo próxima que estaba ella,a su persona. Al llegar a la casa,le dió un frío gracias al ángel y bajo del vehículo. Bills se quedó arriba, pues sentía pertinente compartir con Whis lo que esa mujer le dijo,pero antes el ángel le hizo otra pregunta.

-Ella...¿Cómo a estado?

-¿Por qué no se lo preguntaste?-le dijo Bills.

-No quiero atosigarla con mi presencia-le respondió el ángel.

-Te mentiría si te dijera que está bien-le dijo Bills -Pero mal tampoco esta. Va mejorando de a poco. Te advierto que no voy a permitir que la vengas a...

-No es mi intención causarle molestias de ninguna clase,sólo quiero hablar con ella. Pedirle perdón-declaro Whis y se giró en el asiento hacia Bills-También quería disculparme con usted...

En la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora