Cuarenta y Dos

201 48 21
                                        


Cuando Mary despertó estaba oscuro. La luz de la ventana se derramaba sobre la cama,
como la sombra del que estaba parado recargado contra el cristal. Su figura enmarcada por ese resplandor,ámbar,que venía desde el exterior la hizo pensar que estaba soñando.Durante esos segundos en que su cerebro se desprendía del lugar letargo Mary se sentó con tranquilidad en la cama,mas cuando recordó lo que pasó su ceño se frunció y su boca se apretó producto del enojo.Se levantó y fue hacia él.

-¡¿Quién te crees que eres?!-le gritó-¡Cretino! ¡No tienes derecho a entrometerte en mis acciones! ¿Me oyes?

Whis la miraba con ojos condescendientes. Algo que sólo aunmentaba la frustración de Mary, que al notar que él no estaba interesado en discutir,se levantó,le dió la espalda y se fue hacia la puerta.

-Necesita esto para dejar esta habitación-le señaló Whis enseñándole las llaves-Pero no voy a dárselas.No gratis al menos.

-¿Qué quieres?

-¿Recuerda esa vez en la boda de su prima,cuando le aposté a que podía besarla sin tocar su boca?

-Ese sólo fue un truco bastante...-murmuró la muchacha y se cruzó de brazos recordando la situación.

-El punto es que perdí y le debo una invitación al bar. A ese que le gusta ¿Quiere las llaves? No rechace la invitación.

Pudo pelear por ellas,pero no tenía ganas de contiendas de ninguna clase. Aceptó y Whis abrió la puerta.El evento había terminado hace horas.Lo único que le dijo el ángel respecto a Santiago es que no se preocupara por él. La llevó en su auto hasta la ciudad.Fue un viaje de más de una hora en que la muchacha,se mantuvo en silencio,con la mirada fija en la ventanilla. No había mucho que ver sólo se preguntaba si fue correcto aceptar o no aquella invitación.

Whis no decía nada.Mantenía su mirada fija en el camino nada más aunque por pequeños intervalos,sus ojos se iban a su costado. De ser otro el contexto hubiera sujetado esa mano que descansaba en aquella pierna, que quedaba medio descubierta por el tajo del vestido,pero no era la piel de ella la que se robaba la atención del ángel;era la prenda en el dedo anular de aquella mano. Ese anillo de oro que le dio en medio de la farsa montada para la distante familia de esa mujer.Aun lo llevaba con ella. Fue como un analgésico a ciertas tribulaciones de Whis en ese momento.

Finalmente llegaron a dicho bar, eran cerca de las ocho de la noche de un día sábado. Había un buen número de personas en el lugar y sonaba música de jazz. La misma mesa de aquella vez y el mismo pedido de parte de ella. Él cambio el vino por un Whisky en las rocas. Silencio entre los dos y los rumores del bar en crescendo. Whis buscaba la mirada de ella,pero Mary tenía sus ojos en la tarima donde se iniciaba un concurso de karaoke.

-Es bastante grosero no mirar a la cara a quien la invita-le dijo Whis subitamente.

-También es grosero chantajear y no me hagas entrar en materia de lo que hiciste para apartarme de mis asuntos con los Katharos-le dijo la muchacha.

-No se comportaba tan arisca con ese Santiago-exclamó Whis, en un reclamo bastante infantil hasta en la entonación.

-Si me trajiste aquí para hacerme lidiar con tus celos fuera de lugar,mejor me voy-le dijo y se levantó de la mesa.

-Le dije a Santiago que procediera tal como usted se lo solicito-declaro Whis haciendo que ella se detuviera-Asi que lo que sea que este planeando sigue en marcha. Sólo no quería que si algo malo llegaba a ocurrir, usted saliera lástimada.

-Se defenderme muy bien,Whis.

-No lo discuto,pero no estamos tratando con seres humanos ordinarios. Creo que usted entendió muy bien eso,tras su encuentro con Vento-Mary hizo un gesto de disgusto-Créame que no ha existido un ser a quien yo antes haya odiado tanto como a él y no dudaría un segundo en ensuciar mis las manos con este sujeto.Jamás voy a perdonar lo que les hizo usted y a mi hija.

En la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora