Cincuenta

211 43 9
                                    


Eridan la llevó a un recinto industrial en desuso. En los sótanos de dicho lugar tenía cómodas estancias, elegantemente amobladas e iluminadas,cual hotel de cinco estrellas. Tenía tres docenas de hombres armados ahí a demás de unos sirvientes. Pero no dejó que ninguno la tocara.Él y sólo él tenía ese derecho. La llevó a una recámara y la dejó en una cama de mantas oscuras y aterciopeladas. Se sentó junto a la muchacha que dormía ajena a las intenciones de ese,que una vez fue su amigo. Ese que aprovechando la inconsciencia de la muchacha,se tomaba la libertad de acariciarla. Recorría el contorno de ese rostro tranquilo,peinaba esos hilos de cobre que contrastaban con las mantas y paseaba sus ojos en aquella figura.Muchos años tenía Eridan, muchos más de los que ese cuerpo atlético y atractivo representaba. Eran muchos años y no le eran suficientes.

Se levantó y fue hasta un mueble por una cadena y un grillete que guardaba allí,con el propósito que realizó en ese momento, retener a Mary,en ese lugar cuando despertará. La cadena quedó sujeta a su muñeca y a una argolla de hierro en la pared. Una vez término se quedó allí sentado otra vez.

-Seguramente me odias por lo que pasó-le dijo como si ella pudiera oírle-Muchos me han odiado a lo largo de mi vida. Una muy, muy extensa. Eridan Valdivieso,tiene a la fecha,sesenta y seis años.Eridan Desiderium tiene ciento ochenta y  tres, apuesto que no me creerías si me escucharás,mi amor. Suena inverosímil,lo sé.

Se levantó y fue hasta una mesa donde había un cuchillo algo extraño. Parecía hecho de una sola pieza y tenía una extraña inscripción talladas en la hoja.

-En este mundo hay más de lo que se ve,eso seguramente ya lo has entendido. Pero también existen personas que no son tan comunes.Que nacen distintas a las demás...Yo, por ejemplo. Nací con unas habilidades muy peculiares. Una es la telequinesis, el poder mover objetos a voluntad y también con la facultad de comerme las vidas de otros. Una persona que muera por mi mano,es un año más de vida para mí,un año en juventud. Más de una centenar de personas han sucumbido con ese propósito,todo para postergar mi vida,sin embargo,estoy cansado de eso. No quiero matar más,no quiero seguir temiendo por mi existencia. Por eso fundé los Katharos. Necesitaba ayuda para conseguir la inmortalidad y se las prometí,mas  sólo eran peones para mi o eso crei. Pronto se volvieron en mi contra. Desearon cosas absurdas como el poder absoluto para gobernar este mundo. Este mundo no vale la pena un esfuerzo así,pero hay otros mundos,mi amada Mary y tu querido ángel es la llave para lograr el primero de mis objetivos.La mejor parte es que contigo en mi poder,él hará lo que yo quiera. En cuanto a Bills... Ese problematico dios es sólo un estorbo del que me librare pronto.

Eridan camino hacia la muchacha,la miró un momento y se reclinó sobre ella para arrebatarle un beso. Sus labios alcanzaron aquella boca y sintió ese cosquilleo en su estómago, mas un dolor agudo en sus labios lo hizo levantarse ahogando un ronco grito de dolor. Se cubrió la boca con la mano para intentar contener la hemorragia que le provocó aquella mordida.

Mary lo miraba fría como una violenta ventisca en las montañas;abrazadora y mortal. La sangre que logró quitarle a ese hombre caía por su barbilla dandole un aspecto de vampiresa. Eridan la veía con desconcierto mientras se limpiaba la barbilla con el dorso de la mano.

-Suupongo que tu madre te dio menos de la dosis que le indiqué. Bueno... Al menos así podré disfrutar de tu compañía querida-le dijo acercándose,pero ella se levantó también-Nunca me diste oportunidad de decirte lo...

-Mantén esa lengua embustera tras esos dientes,Vento o Eridan-le dijo la muchacha-Guardaté tus palabras. Tus elogios son lo último que quiero oír.

-¿Me odias? Si,me odias. Imagino lo mucho que te dolió perder a ese híbrido,pero tienes que entender que esa criatura era un peligro potencial para este mundo y para ti-le dijo en tono conciliador-Olvida el pasado y mira al futuro.Tu idilio con ese ángel era sólo un sueño,pero yo te ofrezco...

En la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora