cuarenta y cuatro

195 43 29
                                    


No era su voz,ni su olor,ni sus caricias. Esas no eran sus manos. No era su boca,ni sus besos,no era su piel.No era ella y como no era ella,la dejó.Se puso la camisa, tomó la chaqueta y se fue. Claro que se ganó algunos objetivos y epítetos no muy bonitos,pero los ignoro.Si no era Mary,no sería ninguna.Aún ni se iba de este mundo y sufría por no tenerla.
Seria una eternidad muy difícil o bien el tiempo menguaria su tristeza. Ella dijo que eso pasaba. Otra vez Mary. Siempre estaba Mary,en sus pensamientos.

Por la mañana fue Mary,la primera persona en despertar.Se dió una ducha y se puso su ropa para hacer ejercicio. Pensaba salir a hacer sombra cuando el timbre sonó.Bills salía se su habitación arreglandose el cuello de la chaqueta que solía usar cuando ella,le hizo una señal para que se ocultara. Se trataba de un repartidor que traía un enorme ramos de flores que Mary recibió y llevó hasta la sala, para dejarlo sobre la mesita y buscar una tarjeta o algo que le indicará quien se las enviaba. Bills volvió a salir y se sentó en el sillón descansando los brazos en el respaldo.El dios cruzó las piernas mirando con desprecio aquellas flores.

-¿Te las envía Whis?-le preguntó Bills.

-No lo creo.Él nunca me ha dado un obsequio-le dijo la muchacha tomando la tarjeta.

-¿Ah no?-exclamó Bills-Pero que tacaño es ese sujeto-pensó Bills.

"...Frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques.El fuego es tu reino."

Leyó Mary en voz alta. Tomó las flores molesta y las arrojó con violencia contra el piso. Las rosas rojas,quedaron esparcidas por las baldosas.La muchacha tenía una expresión feroz,como la de una fiera a la que le habían dado una estocada. No dijo absolutamente nada y volvió a su habitación. Si Bills hubiera conocido esos versos,quizá hubiera hecho la relación más rápido,aunque no tardó mucho en saber quién se las había enviado: Vento. Pensaba contarle lo sucedido a Belmont,pero cuando lo sintió en la puerta. Supo que no venia sólo y se escondió.

Belmont llegó con su madre y está quería ver a la muchacha, que no tenía muchos ánimos de hablar con su madre,mas se dio los bríos para hacerlo de la mejor forma posible. Belmont se fue a la cocina para dejarlas a solas en la sala.

La mujer sabía que Mary, había tenido un accidente (eso le dijo Belmont) y que a raíz de eso había perdido al bebé,pero no hizo el más mínimo comentario a ese tema,en cambio hizo una pregunta que desencajó a la muchacha.

-No madre no voy a casarme con Whis ahora-le dijo Mary,
respirando profundo para contenerse.

-Me alegra saberlo,ese muchacho no me agradaba en nada-declaro la mujer -Espero que ahora que no estás con él,tengas la sensatez de buscar un mejor prospecto o al menos vuelvas a casa...

-¡No,no voy a volver!-le gritó Mary-No volveré y no voy a convertirme en tu cheque en blanco.Entiende de una vez que si deje la casa familiar es para apartarme de ti y tus ideas ¡Dejame en paz!

La muchacha estaba tan ofuscada que sólo abrió la puerta de esa habitación y se metió allí.

-Sólo buscó asegurar tu futuro-le dijo la mujer desde el otro lado de la puerta.

-¡Yo soy la única que puede hacer eso! ¡Además..!-se interrumpió mordiéndose los labios de rabia.

Belmont intervino y la mujer se fue dedicando unas palabras a Mary,que ella ni siquiera oyó,pues se cubrió los oídos.

-Supongo que tú debes parecerte más a tu padre-comentó Bills, sentado a los pies de su cama.

Ella se le quedó viendo.Todo lo sucedido la noche anterior vino a su cabeza y busco el pomo de la puerta para salir de allí,mas no conseguía abrirla.

En la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora