diecinueve

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Al fin se levantó para ir al lavamanos y en el agua sumergió sus falanges,para empaparse el rostro y luego mirarse al espejo. Era extraño que él mirara su reflejo y más por mucho tiempo, como en esa oportunidad. Se secó el rostro y lavo sus manos tantas veces como hizo falta para que el olor de esa mujer, desapareciera de su piel. Salió luego y fue hasta la mesa a desayunar. Había dos más y eso no le agrado,pero no podía protestar. Tampoco tenía ánimos de hacerlo.Se sentía algo fatigado y tenía calor.

Pier le dijo a Whis que debían arreglar algunos detalles respecto a nuevos contratos y que no le tomaría mucho tiempo así que,si él no tenía objeción, se podían ir juntos, a la agencia y el ángel dijo que estaba bién.

Mary señaló que ella se quedaría en casa un rato,pues debía atender un asunto lejos de la brigada.Como de costumbre no dió detalles y se despidió de los tres,(Whis,Pier y Elvira) con una gentil sonrisa,pero el ángel la miró con cierta preocupación y a Bills con algo se curiosidad,pues sólo sostenía la cuchara y miraba el plato con desánimo.

El dios y la mujer se quedaron a sola y en silencio unos minutos hasta que ella, le preguntó si se sentía bién.Un:"si" ronco y desprovisto de credibilidad salió de la boca de Bills,sin siquiera voltear a verla y cuando lo hizo se encontró con esos ojos verdes fijos en él.

-¡Dije que estoy bien!-le dijo algo incómodo.

-Estas más pálido. Tu nariz se ve más seca-señalo ella.

-¿Y eso qué?

-Estás enfermo-le dijo Mary.

-Eso es imposible.Yo nunca me he enfermado.

-En tu mundo no,pero no estás en ahi,Bills.

El dios la miró.La verdad es que no se sentía bien.Se levantó para alejarse y tener algo de paz,pero apenas dió un paso se sintió mareado. Buscando apoyarse puso su mano en un costado de la mesa,sacándola de balance y tirando el mueble al piso. Cayó junto a los platos.Incapaz de levantarse se quedó un momento sentado ahí.Ella intento ayudarlo,mas la rechazó bruscamente diciendo que podía levantarse solo.Mary se apartó y lo observó intentarlo sin conseguírlo.

-No le diré a nadie que te ayude a levantarte,Bills-le dijo la muchacha.

-¡Bien!-exclamó el dios extendiendo su brazo hacia ella.

La muchacha pasó la delgada extremidad de Bills, tras su cuello y lo puso de pie para llevarlo a su habitación.No se veía muy bien. Él la miraba de reojo,con disgusto por tener que recibir ayuda para algo tan simple.Mary lo dejo sentado en la cama y él, apoyo sus manos en los bordes de esta como si se le dificultará permanecer así.

-Tienes fiebre-dijo Mary poniendo su mano sobre la frente de Bills-Seguro te has resfriado por dormir en el piso Bueno llamaré a un médico para consultar y...

Mary no dijo más,se quedó viendo al techo como pensando tanto tiempo que Bills, término por preguntarle qué hacía.

-Es que no sé si debo llamar a un doctor a un veterinario-le respondío ella y se echo a reír.

-¡Deja de tratarme como a un gato doméstico!-le gritó Bills.

-Lo siento-se disculpo la muchacha,pero no dejaba de reír.

Claro que el "insulto" fastidio a Bills,pero no le dijo nada más a esa mujer que oía reír por primera vez,en todos esos días. Secretamente la muchacha decidio llamar a ambos,después de todo para ella Bills, era todo un espécimen. Le dijo que se acostara y descansará,Bills no protestó,nunca antes se había sentido tan cansado y débil. Ella volvió unos cuarenta minutos después con un plato de sopa,en una bandeja que acomodo en el regaso del dios.

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