Dos

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Vento se había comprometido con sacar a ese tipo de su casa a primera hora en la mañana,pero la verdad es que no era un argumento sólido y menos convincente para llevar a un loco hasta su casa,entonces ¿por qué lo hacía?.

Mary no creia en ángeles,hadas,
extraterrestres o dioses;ella, creía en las cosas que sus ojos veían nada más y desgraciadamente no veía muchas cosas buenas. Durante toda su vida estuvo yendo de un lado a otro.Generar apegos tampoco era algo que ella hiciera,
ese "mejor amigo (a)" nunca existió. En su vida las personas, buenas o malas,pasaban sin pena ni gloria,eran como ese sujeto que miraba por la ventanilla del auto,la calle nocturna,visitas fugaces de las que pronto no recordaría ni su nombre.

Llegaron a su casa y aquel individuo la seguía en silencio,lo vio titubear antes de cruzar el umbral e inclinarse para no golpearse la cabeza. Luego examinó la sala, con la mirada, quedándose de pie en el pequeño pasillo,entre la cocina y dicho lugar.El sitio era un completo desastre,habia ropa tirada aquí y allá,cajas con carpetas,mapas, libros,etc.Con sólo dar un vistazo, cualquiera se daba cuenta de que el orden no era lo de aquella muchacha y de que no pasaba mucho en casa.

-Lamento el desorden-le dijo la agente y apartó unas prendas del sillón para hacer un espacio-Sientate.Estarás aquí está
mañana.Vento dijo que te buscará un lugar donde quedarte y bueno...Eso es todo.

El supuesto ángel se sentó con cierto recelo.No se veía cómodo entre ese caos.

-¿Tienes hambre?- le preguntó intentando ser cordial.

Mary había conocido todo tipo de personas en su vida y trabajo.
Si bien aquel sujeto se le hacía un lunático,no le parecia alguien peligroso o agresivo.Le despertaba cierta curiosidad. Mary era ese tipo de personas a las que le basta tener una pequeña conversación con alguien y de inmediato saben como es su interlocutor,en muchas formas,era un talento con el que se nace,pero que trae algunos problemas y ella era conciente de eso y tal vez no lidiaba con ellos de forma apropiada. Tener invitados era algo que nunca hacia, asi que de pronto,estaba rompiendo algunas de sus reglas de vida y todo porque algo dentro de ell,a le decía que ese hombre escondía algo muy especial.Una especie de presentimiento que la llevó a aceptar llevarlo a su casa.

Él la miro algo desconcertado con la pregunta y echando una nueva mirada a su entorno,que podía quitarle el apetito a cualquiera,nego con la cabeza.

-Bueno tampoco es que tenga mucho que ofrecer-dijo Mary con algo de fastidio-¿Por que no te das una ducha? El baño hasta ahí.Te traeré ropa limpia.

El ángel se miro. Su atuendo estaba sucio y roto por la caída.
Se veía algo triste. Muy pensativo. Miraba su mano derecha,vacía,preguntándose  cómo o dónde perdió su cetro y sobre todo que había ocurrido.
No recordaba nada, salvo el impacto.Este mundo,donde había caído, le era tan extraño.En un principio creyó que era la tierra del universo siete,pero era completamente distinta ¿Dónde estaba? ¿Por qué esa muchacha lo llevo a su casa? ¿Quien era y que hacía? Quería hacer tantas preguntas,pero era conciente de que para esos humanos él, era un ser bastante extraño y seguir llamando la atención empeoraria las cosas.

Miro a la muchacha,que trataba de poner un poco de orden en aquel lugar,pero que de pronto se olvidó del asunto y se perdió por el pasillo,para volver unos minutos después con unas prendas en la mano.

-Espero te queden.Eran de alguien más o menos de tu estatura. No lo tomes a mal,pero si vas vestido, así las personas creerán que eres un...

-Loco-interrumpió Whis-Es lo que usted cree que soy

Mary suspiro.

-Los ángeles no existen-le dijo la agente y se metió en la cocina.

Whis se sonrió y contempló aquellas ropas,luego se metió al baño que era otro desastre. Más de una hora estuvo allí dentro, algo que preocupó a Mary, quien fue a golpearle la puerta.

En la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora