Cuarenta y nueve

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Un café con una rebanada de pastel de fresas y un té con limón,fue la orden que se llevó la camarera con el nombre "Linda" 

Sentados uno frente al otro, en un silencio incómodo que ninguno se animaba a romper, permanecían ambos. La mirada de Mary,estaba perdida más allá del cristal empeñado.La mirada de él,estaba fija en ella. Eran los únicos en el lugar y al volver la camarera,les puso a cada quien la taza humeante con el contenido que solicitaron,pero no había pastel de fresas y le ofreció de chocolate,el ángel aceptó con gusto.Mary bebió algo de té. Al hacerlo un mechón de su cabello cayó frente a su rostro y al apartarlo,Whis pudo ver la pulsera con dijes plateados en forma de lobo que Mary,llevaba en la muñeca derecha,se sonrió.

-Se le ve muy bien en su mano.
Me alegra le haya gustado-le dijo.

Ella lo miró de reojo y sin interés.

-¿Asi que fuiste tú quien la dejó en mi estudio? Crei que había sido mi hermano-declaró despectivamente.

Esa actitud lo ofendió un poco. Whis torció la boca y levantó una ceja considerando algunas ideas.

-Sé que los lobos le gustan mucho en especial los blancos,como también se que bebe té con limón cuando le duele la garganta y que  cuando está contenta oye música de jazz-le dijo Whis ganándose una mirada directa de ella.

-¡Te felicito! Recuerdas algunas cosas de mí...

-Recuerdo todo de usted,incluso que traía puesto la primera vez que la ví ¿Recuerda ese día, Mary?

Ella miró la taza frente a ella y evocó ese día.Se sonrió.

-Pensaba que eras un lunático con la piel pintada de azul-dijo y soltó una risita-te lleve a casa cuestionandome el porque me deje convencer de algo así y hasta te amenace con mi pistola por si intentabas pasarte de listo.Pero en lugar de eso te pasaste la noche poniendo la casa en orden.

-Era un completo desastre.Hasta ahora no entiendo como podía vivir ahí-le dijo Whis,tomando la taza entre sus manos-La ropa estaba tirada por todas partes al igual que las fotografías,papeles y cajas de pizza,la nevera vacía,al igual que la despensa y se dormía en el escritorio además de esa manía de salir del baño toda mojada...

-Me regañaste por eso-rio Mary-La verdad creo que te pusiste nervioso.

-¡Ay como cree!

-Estabas nervioso-le dijo Mary medió cantando.

-Por supuesto que no.

-Que sí.Estabas nervioso.

-Bueno si mal no me acuerdo se me acercó demasiado y muy provocativamente.Estaba toda mojada y cubierta sólo por una toalla-la voz de Whis se fue apagando.

Ella río y continuo molestandolo con el asunto.Recordaron muchas cosas durante lo que tardaron en terminarse el café y el té. Las cosas más absurdas y la más relevantes. Pero al llegar a la forma en que Whis se enteró de que ella estaba embarazada,las sonrisas se les borraron. Un silencio triste se apoderó de los dos.

-Me hacia ilusión sostener a mi hija en brazos-declaro la muchacha después de un rato-Aunque me daba miedo también,
pero saber que estarías ahí...Me daba valor. La maternidad me ha aterrado siempre,supongo que lo único bueno de todo esto es que ya no tengo que preocuparme de eso nunca más...

Whis la miró.Tenia los ojos húmedos y se levantó de su silla para ir a sentarse junto a ella y hacer lo que debió hacer desde el principio;abrazarla fuerte para sostenerla y que no se derrumbara. Para hacerle saber que no estaba sola y todo eso que necesitaba ella saber y sentir para mitigar su dolor. Un abrazo tardío,pero no menos oportuno porque la verdad es que ella, siempre esperó ese gesto y al sentirlo serca solamente se aferró a él. No lloro,no por estarse conteniendo sino sólo porque ya no habían lágrimas que derramar por ese asunto. Mary había purgado todo el dolor hace tiempo. Sólo quedaba la melancolía.

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