Don't need your love → Na Jaemin

Renjun

Jaemin luego del primer día con el nuevo club, se puso a pensar en muchas cosas. En especial sobre Somi.

Arrugó su nariz y dejó caer su cuerpo al sofá.–¿Por qué estoy tan encaprichado?–Se preguntó mirando un punto fijo a la pared de su sala, que se encontraba tan interesante en ese momento.

–¿Con quién hablas hijo?–La voz de su madre lo sacó de sus pensamientos.

–Conmigo mismo.–Él suspiró, ella le acarició el cabello y ofreció algo de comer. Sí, algo de comida no vendría mal.

Observó su teléfono, tenía mensajes de Somi y el grupo que Harvey, literalmente, obligó a hacer.

“si algo llega a suceder con sus amores quiero que hablen por aquí, podremos solucionarlo aquí juntos”

Jaemin rodó sus ojos al leer el mensaje de Harvey, según lo entendido había llegado ese año por intercambio. El rubio era algo gracioso y sus ojos eran intimidantes, tenía que admitirlo.

Decidió no contestar a nadie y se fue a acostar.

–¡Na Jaemin!–El grito de Somi hizo que se cayera de la cama de golpe.–¡¿Por qué no contestaste mis mensajes?! ¡Te vi en línea!

El alma de Jaemin volvió a su cuerpo y la miró ofendido con su mano en el corazón.–¿Por qué me despiertas así? ¡Puedo morir de un ataque!

–Nada de reclamos de tu parte, niño.–Somi puso sus manos en su cintura.–Vistete, llegaremos tarde. El desayuno está listo, te espero abajo.

¿Por qué era tan linda? La sonrisa de Jaemin de marco en su rostro luego que se fue. Y se fue a preparar para la escuela.

–¿Nos vemos luego?–Somi le preguntó antes de tomar caminos separados por sus horarios.

–No puedo.–Dijo rápidamente.–Me uní a un club. Y tengo reunión.

Las cejas de Somi se levantaron con sorpresa.–¿Estás enfermo?–Las manos de Somi tomaron su cabeza y acercó sus labios a su frente poniéndose en puntas de pie ya que Na le sacaba una cabeza y media.

Los ojos de Jaemin de abrieron con sorpresa y su sonrojo creció tanto. ¡No tiene que hacer eso! Se separó rápidamente y miró hacia el patio evitando su mirada.

–No, simplemente me llamó la atención. No tiene nada de raro.–Tomó aire y lo soltó por la boca.–Me iré primero, te hablaré luego.

Luego de sus clases fue al lugar de encuentro de hoy, la sala de informática.

–¿Por qué aquí?–Jisung preguntó al resto ya que el rubio no había llegado aún.

Todos se encogieron de hombros y tomaron una silla.

–¿Quién empezará hoy?–Harvey entró con buena energía y una sonrisa en su rostro.

–Yo lo haré.–Renjun, quién había hablado poco y nada ayer se ofreció.

–Bien, te escuchamos.–Harvey le dió una sonrisa sin mostrar sus dientes.

–Primero y principal, llegué aquí porque una chica me encontró llorando luego de lo que pasó y me recomendó venir aquí.–Harvey sabía de quién se trataba y una idea se pasó por su cabeza.

La historia de Renjun empieza así, él y su mejor amigo, Jihoon son inseparables desde el jardín de infantes. Eran uno, o eso solían decir.

¿Dónde empezaba el problema?

Siempre sabían resolver sus problemas hablando, nunca habían llegado a dejarse de hablar por más de un día hasta que Jihoon empezó a salir con Yuna.