Don't need your love → Na Jaemin

Epílogo

–Siento que voy a morir y esto es por tu culpa.

–¡Ya te pedí perdón!

 –Lo mejor es calmarse ahora.–Haechan levantó sus manos tratando de calmar la situación.

–¡Tu no te metas en esto!

–Más que embarazada pareces poseida, loca.–El muchacho rodó sus ojos.

–¿Llamamos a un sacerdote?–Jisung preguntó sonriendo.

–¡Quiero que lo saquen de ahí!–Lloriqueó, las contracciones cada vez eran peor.

Luego de esperar se la llevaron a la sala de partos, los restantes se quedaron en la sala de espera, ansiosos.

–Yunho está muy tranquilo.–Misuk señaló al niño de apenas un año dormido en los brazos de Soojin.

–Me sorprende que haya salido así y no alterado como sus padres.

Los padres del bebé miraron a Haechan por el comentario.

–Lo siento, ya me callo.

El futuro padre salió de la sala de partos con una sonrisa en sus labios.

–Por tu sonrisa puedo decir que todo salió más que bien.–Jeno le dió una palmada en los hombros.

–Es una niña.

Todas las mujeres gritaron de la emoción mientras que los hombres suspiraron.

–Si tu hija se acerca al mío, se armará la tercera guerra mundial. Estas enterado de eso, no?

Jaemin se rió por el comentario de Renjun.

–¿Y Somi?–Haneul preguntó.

–Iban a llevarla pronto a la habitación.–Anunció Jaemin.

Luego de la boda y de la luna de miel de Jaemin y Somi, decidieron dedicarse un tiempo para ellos. Los primeros meses estuvieron bien hasta que llegó la noticia que le cayó como balde de agua fría al muchacho.

Somi se encontraba mirando el test de embarazo, era el sexto que se hacía. Estaba mirándolos a todos los cuales tenían el mismo resultado.  

Positivo.

–¿Somi? ¿Está todo bien? Llevas más de una hora allí.–La voz de Jaemin la alertó cuando el muchacho quiso abrir la puerta.

–¡No entres!–Gritó ella trabando la puerta con su cuerpo.

–Oh, uhm. ¿Necesitas que te alcance algo o puedo hacer algo para ayudarte?

Somi era un manojo de nervios, tragó saliva y nuevamente habló.–No, estoy bien. Gracias.

–Oh, está bien.

Los pasos de Jaemin se escucharon cada vez más lejos, anunciando que ya se había retirado. Somi se dejó caer contra la pared soltando unas cuantas lágrimas. Estaba feliz, iba a tener un bebe con el amor de su vida. Pero... ¿Él se lo tomaría bien? Aún tenía en mente toda la charla sobre tener un hijo. ¿La dejaría si se enteraba? ¿Le pediría que no lo tenga? Entre tantas cosas en  mente, ella tomó su teléfono y marcó el primer número que le apareció en su lista.

–¿Hola?

–Estoy embarazada.–Soltó de golpe.

Un golpe se escuchó del otro lado junto con un "¿Estás bien?"

–¿Estás segura? Ya sabes que tuviste varios atrasos antes.

–Haechan me hice seis test de embarazos, todos salieron positivos.–Somi lloriqueó.–¿Qué haré?–Dijo.