Don't need your love → Na Jaemin

You want to kiss me?

El aire se sentía tenso, Somi bajo las escaleras con cuidado, sin hacer ruido alguno. Bajo estirando la ropa que Jaemin le había dado hasta que le llegara a sus rodillas.

Cuando llego al comedor frunció el ceño, sentía un olor exquisito provenir de la cocina. Su estómago ganó y caminó hacia el lugar proveniente de aquel lugar.
Se encontró con Nana sin camiseta cocinando crep para ella. Somi quiso irse rápidamente pero su estado le jugó una mala pasada y terminó haciendo ruido tirando unas cosas.

-Oh, sigues despierta...-El murmuró dando vuelta otro crep.-Bien, porque sino tendría que comerme todo eso.–Con la espátula señaló un plato de creps.

–Mhm, gracias.–Somi tosió, su garganta se sentía tan seca después de verlo así.–¿No es algo tarde para estar cocinando?–Ella se sentó

–Bueno, son las seis de la mañana, tu debes comer algo porque devolviste todo lo que tenías y yo tengo hambre. ¿Quieres fruta?–El le mostró el plato con distintas frutas cortadas.

Ella asintió y lamió sus labios. Para tomar un trozo de frutilla.
Jaemin se sentó en frente de ella dejando una taza de café al lado de su plato con creps y un poco de miel en ellas. Somi comió como si no hubiera mañana, sentía que no había comido en años. Cuando se percató de lo horrible que se debía estar viendo levanto sus ojos encontrándose con Jaemin mirándola con una sonrisa leve con su rostro apoyado en su mano.

–Lo siento.–Ella murmuró lamiendo sus labios.

–Espera, tienes algo aquí.–Jaemin lamió su pulgar para pasarlo desde la comisura hasta el mentón de Somi.–Listo.

La sangre subió a su rostro y se alejó rápidamente de su mano.–Dios, para de hacer esto.–Ella tapó su rostro con sus manos.

–¿Hacer qué?–Somi pensaba que lo hacía a propósito, separó sus dedos para poder observarlo pero el ceño fruncido de Jaemin hacía ver lo contrario.

–Esto, ir a buscarme cuando no tenías porque, dejarme aquí, cuidarme y ni hablemos de como estás ahora mismo.–Somi volvió a tapar su rostro con frustración.– ¡Haces que quiera besarte, maldición Jaemin!

Jaemin caminó hacia su asiento y tomo las muñecas de ella moviendolas con suavidad, su rostro estaba tan rojo que parecía un tomate.–¿Quieres besarme? Dime Somi... ¿Quieres hacerlo?–Su rostro estaba a la altura del suyo, sus pestañas negras resaltaban entre aquellos cabellos rubios que caían en su rostro, sus labios de encontraban brillosos y se podía observar un leve sonrojo por su parte también.

Somi no podía responder teniéndolo así, mirándola fijamente provocando que tiemble cada parte de su cuerpo. Uno de los dedos de Jaemin quito un mechón que se interponía en la vista de Somi. En ese momento ella aprovechó la situación y dejó un casto beso en sus labios, tomándolo por sorpresa.

Pero que no se quedó atrás, ya que él tomó sus mejillas para volver a unir sus labios una vez más pero de una manera más lenta. Somi se encontraba tensa y con sus ojos abiertos pero al sentir los labios de Jaemin moverse lentamente hizo que todo su cuerpo se relajara y cerrara sus ojos para dejar sus manos en los brazos de Jaemin.

Luego de aquel fogoso beso ambos se separaron para mirarse. Nana frotó levemente su nariz con la de Somi.–Estaba deseando esto desde que llegué. Esto y muchas cosas más, Sominnie.–Él dejó un beso en su nariz, otro en su mejilla izquierda, para luego seguir por su frente y todo su rostro.

Aquella noche compartieron, risas, caricias y más besos llenos de sentimientos.

(...)

–¿Por qué carajos tenemos que hacer esto?