Capítulo 3

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Erik sentía como sus colmillos se estaban mostrando, sus sentidos estaban agudizados y lo único que quería en esos momentos era tener al maldito omega entre sus brazos. 

Abrió la puerta de un solo golpe, encontrándose a Charles Xavier absolutamente desnudo sobre el suelo, su cuerpo mostraba rastros sangre y otros fluidos que prefería no imaginar, pudo notar grades manchas rojizas, algunas ya violáceas.

Todos sus guardias estaban estáticos mirándolo sin saber que hacer o que decir, la esencia que desprendía Erik era demasiado peligrosa, sabían que bastaba un movimiento en falso, un suspiro, para que el heredero de La Hydra les atravesara el cráneo con una bala.

El alfa que en esos momentos estaba a punto de abusar de Charles se levantó rápido, hizo una reverencia que no duro mucho, ya que Erik le había disparado, sin siquiera decir palabra alguna, Charles se estremeció al sentir aquel sonido mientras tibia sangre caía sobre su maltratado cuerpo.

—Cambio de planes, he decidido que él sea mi perra — soltó con sorna, en realidad no quería decir esas palabras, pero no se mostraría como un alfa débil, mucho menos ante sus subordinados, tenía muy claro cuál era la imagen que quería mantener — levántate omega — le gruñó, haciendo que Charles diera un salto.

El castaño intentó levantarse, sintiendo como aquel asqueroso fluido blanquecino corría por sus piernas, sentía náuseas y en ese momento quería largarse a llorar, pero no le daría aquella satisfacción al alfa, pese al dolor que sentía en ese momento, logró ponerse de pie haciendo algunas muecas. A penas lo hizo, Erik lo tomó con fuerza del brazo haciéndolo soltar un grito de dolor, Charles estaba seguro de que el húmero había sido sacado de su lugar.

Usando fuerza innecesaria comenzó a arrastrar al omega por el lugar, Charles sentía un horrible dolor de cabeza, apenas lograba ver y un fuerte pitido se escuchaba en sus oídos, lo único que quería en esos momentos era dormir, al menos así, dejaría de sentir por algunas horas.

— ¿Ahora quieres que te agradezca por haberme rescatado? — Charles soltó sarcástico mientras sangre corría por su nariz — yo no seré la jodida perra de nadie, puedes irte a la mismísima mierda si planeas que te la mame. De seguro la tienes muy pequeña si tienes que obligar a los omegas para que se dejen follar — dijo con tono de burla.

— Acaso no saber cuándo callar tu puta boca — le soltó una fuerte bofetada, haciendo que Charles diera contra una de las paredes, el omega soltó un chillido de dolor que a Erik lo hizo estremecerse, como si el golpe lo hubiera sentido él — vamos, ya no te quedan palabras — se quedó mirando al omega que intentaba ponerse de pie — acaso ¿te quedaste mudo? — soltó burlándose — sígueme perra — finalizó usando su voz de mando y dándose la vuelta, dio algunos pasos antes de escuchar un fuerte golpe.

Al girarse se encontró a Charles desplomado en el suelo, el omega había caído inconsciente. Sintió como todo su cuerpo se congelaba, su corazón latía con fuerza y como no había estado nunca se sentía lleno de preocupación, una que sólo había sentido con sus hijos.

Rápidamente fue por el omega levantándolo del suelo, no pudo evitar soltar un gruñido al darse cuenta de todos los golpes que se estaban dejando ver en aquella blanquecina piel, su gruñido se intensificó aún más al notar manchas que no era sólo de sangre. No podía ser posible que aquellas bestias lo violaran tan rápido, con suerte, habían pasado media hora con Charles, a lo sumo pensó en algunas mamadas y uno que otro golpe, pero no algo de ese tipo. Aunque claramente el único culpable era él, desde el comienzo jamás debió dejar a Charles con aquellos desequilibrados, se odiaba profundamente en esos momentos, no podía sacarse sus propias palabras de la cabeza, tenía que confirmarlo con Strange antes de atravesarlos con metal.

La Hydra (Slash Omegaverse Marvel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora