El calendario y el reloj son herramientas para esperar pacientemente por el propio final.
Y absurdo es el actuar de Dorian Gray frente a estas verdades.
Mi protegido es, hasta donde mis conocimientos abarcan, el único ser que ha nacido mortal y goz...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A veces hay que hacer sacrificios para obtener algo mejor de lo que ya se posee. O, al menos, así funciona el mundo mortal.
Las semanas transcurren con prisa mientras se ultiman los detalles de la boda real. Con el contrato ya firmado, Dorian sabe que el reino le pertenece, que ya tiene el poder en la palma de sus manos y que solo debe aguardar con paciencia hasta que llegue por fin el momento indicado para convertirse en gobernante.
Sonríe, triunfal en todo momento. Se pasea por los corredores del palacio como si la corona reposara sobre su cabeza. Ha recitado en su mente diversos discursos que querría dar, también ha escrito en su libreta personal una serie de cambios que quiere hacer en el edificio, en la corte, en el reino. En el mundo.
Su ego es casi tan visible como su vert.
El joven Gray tiene prohibido abandonar las inmediaciones reales hasta después de la ceremonia. Luego de los ataques al prometido anterior de la princesa, Reuben VI no está dispuesto a arriesgar la vida de quien será el próximo rey. No tiene tiempo para hallar otro reemplazo.
Pero él es el único confinado a los abarrotados corredores del palacio peor decorado del mundo. Sus empleados y yo tenemos el permiso de salir durante el día, siempre y cuando accedamos a que revisen nuestros bolsillos y cualquier objeto con el que carguemos al regresar. Es una fortuna que yo pueda desmaterializarme cuando lo desee.
Nos han brindado la totalidad del ala Oeste del cuarto piso para los "acompañantes" del futuro rey. Numerosas habitaciones han sido ya remodeladas y acondicionadas a las necesidades y preferencias de quienes se mudarán esta misma tarde al palacio. Dorian, por su parte, posee una habitación en el mismo corredor que Reuben VI y Sophronia en el sector central del quinto piso.
Una vez consumada la boda real, la mansión Gray será también modificada en ciertos aspectos para convertirse en un palacete al que los miembros de la realeza podrán ir cuando deseen un poco de paz y de aire libre, lejos del centro de Alangtrier. Pocos serán los sirvientes que vivirán allí para mantener el polvo y a las arañas alejados de la costosa decoración.
Por recomendación mía, el retrato quedará encerrado en la misma habitación que se encuentra en estos momentos. No sería sabio moverlo de allí hasta pasada la coronación, luego de la muerte de Reuben VI.
Me pregunto si mi protegido aguardará para ello o si ya ha comenzado a planear una forma de deshacerse de su suegro el mismo día de su boda.
Creo que incursionaré pronto en su mente para poder estar preparado ante cualquier eventualidad o contratiempo.
II
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
