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Recuerdos, muchos recuerdos.
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No tengo el control de mi propio cuerpo. Solo sé que me estoy moviendo muy rápido, tal vez corriendo. Pero me siento extraña, más equilibrada. Me sorprendo cuando veo un lobo o loba correr al lado mío, es marrón y tiene ojos violetas.
Intento retroceder pero mi cuerpo no me lo permite, solo sigo corriendo, junto a la loba, quién tampoco parece tener ganas de hacerme daño. Además, desde esta perspectiva parece más chica que yo.
¿Cómo es posible que pueda correr a la misma velocidad que un lobo?
Ahogo un grito cuando puedo ver que no estoy dentro de un cuerpo humano, estoy corriendo sobre cuatro patas blancas, de lobo. ¿Soy un lobo? ¿Qué demonios?
—¡Niñas! Es hora de almorzar.
Un hombre morocho grita desde una gran entrada que por alguna razón me parece familiar.
Dejo de correr y siento mi cuerpo con menos peso, soy humana, ahora sí. Y no soy la única con un cambio. Una niña morocha con grandes ojos color miel, muy parecida al hombre que nos llama, está justo al lado mío, donde estaba el animal.
¿Qué demonios?
Me parece muy familiar.
—Princesa. –Me mira y me doy cuenta de que me hablaba a mí.
¿Princesa?
—¿Si? —Las palabras salen solas de mi boca.
—Sus padres la buscan.
—Muchas gracias por avisar, señor Brown.
Me escucho tan dulce hablando así. Espera, yo no conozco a este hombre. ¿Por qué lo llamé así?
—Vamos, hija. Emmaline estará ocupada. Mañana volvemos para que terminen de jugar ¿Si?
Ya entiendo porque se parecen tanto, son padre e hija. La niña asiente con la cabeza y me mira.
—Chau, Emmy.
—Chau, Alexa.
¿Alexa?
Despierto de golpe. Automáticamente viene a mi mente lo que acabo de soñar. Es el primer sueño que puedo recordar y no creo que sea uno que deba ignorar. ¿Esa niña se llamaba Alexa? Imposible, no conozco a ninguna Alexa. Y soñar con personas desconocidas no es normal. No según la página de internet que visité hace unos años.
Todo lo qué pasó últimamente en mi vida viene de nuevo a mí mente.
El fogón.
La trampa de mis padres no padres.
Kate ayudándome a salir.
La cabaña en el bosque.
El chico de ojos grises.
Mis supuestamente verdaderos padres y la historia que me contaron.
Inhalo y exhalo demasiadas veces, tratando de calmar mi respiración. Por Dios, hubiera deseado seguir durmiendo para siempre. Pero no lo hice, así que debo pensar en algo productivo. Intento recordar cada detalle del sueño y no se me hace difícil atar cabos.
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En mis manos
Fantasy> ✨🐺 ☾ ☾ ☾ ☾ ☾ En el pueblo Salem todo era aparentemente tranquilo y seguro. Solo consistía en unas pocas familias, un instituto para los pocos adolescentes y niños que había, un hospital, centro comercial y un bosque como de película que rodeaba...
