En mis manos

Capítulo 34

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Celosía.
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<<Diario del primer elegido Rousseau>> Me río por la respuesta de mi hermano.

Y eso que yo era la loca en esta familia.

-Eso es imposible, Aiden.

Se mantiene serio e indescifrable. Parece poseído.

-No es para reírse. ¿Por qué los Rosenzweig tendrían este diario? ¿Estás segura que lo sacaste de allí?

Alzo una ceja.

No, hermano, aluciné la biblioteca.

-No -ironizo-. Claro que estoy segura, Aiden.

Pone los ojos en blanco y deja el libro o diario en mi cama, muy fuertemente. Se levantó y eligió la violencia el señorito.

-¿Sabes la importancia que tiene esto?

-Sinceramente ni sabía que existía.

Luce muy nervioso cuando toma otra vez el libro e intenta abrirlo. Suerte con eso.

-Tenemos que leerlo... -murmura intentando abrirlo. Como era lo esperado, no tiene éxito-. ¿Qué carajos?

-Sí, sobre eso... No se puede abrir.

Aiden me mira.

-Está sellado. Creo que sé como abrirlo -espeta emocionado.

Realmente no entiendo su porqué eso es tan importante y porqué está tan excitado con abrir el bendito libro, así que me siento en mi cama y observo desde lejitos.

-Pues hazlo, luego dime.

Asiente millones de veces y se va de mi habitación con el libro. Eso fue rápido. Y algo decepcionante.

No me enteraré qué está pasando hasta que mi hermano resuelva absolutamente todas sus dudas y se sienta digno de explicarme así que no le veo la gracia a seguir pensando en eso.

De todas formas no iba a poder leer ese libro.

Salgo yo también al pasillo y camino unos pocos metros cuando en la esquina del pasillo veo a Ethan y Penny hablando. En susurros.

Si fuera algo secreto no lo hablarían acá que con un simple agudizar de oídos todos escuchamos, así que no le doy importancia.

Me acerco a ellos y abrazo a Ethan por detrás, él se sobre salta pero se da la vuelta y me sonríe.

-Emm, justo te iba a pasar a buscar.

Deja un corto beso en mis labios y siento que me derrito.

Penny carraspea, rompiendo la atmósfera del momentos.

-Adiós -murmuro sacudiendo mis dedos en un pequeño saludo. Ella me observa de arriba a abajo, sonríe a medias y se va. Aunque su sonrisa fue más falsa que Aiden sin ser celoso, igualmente se la devolví. No sé cuando va a superar esa rivalidad de niñas. Ethan se da vuelta por completo y me abraza por la cintura-. ¿Qué planes tenías?

-Solo pasar tiempo con mi novia.

Sonrío ante el apodo, todavía no me acostumbro.

-Me parece una idea genial.

Lo beso y él me corresponde, uniéndonos a ambos en un beso.

Sus manos bajan de mi cintura hacia mis caderas y en un movimiento rápido me levanta. Enrosco mis piernas en su torso y él comienza a caminar a lo que creo es mi habitación. La verdad no tengo ni idea a donde vamos ya que estoy tan concentrada en sus deliciosos labios.