En mis manos

Capítulo 39

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Ya es tarde para arrepentimientos.
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EMMALINE.

El dolor me está matando pero golpeo como puedo al hombre que me clavó la daga en la pierna. Me saco el arma del cuerpo evitando el dolor y se la entierro en el cuello matándolo. Muerto.

A la mierda, si no me defiendo voy a morir pronto.

Busco por todos lados a la chica licántropo. Es muy probable que la hayan herido, ella estaba lastimada.

Genial, Emmy, apenas te podes cuidar vos y pensabas cargar con alguien lastimado.

-Estoy aquí.

Me doy vuelta sobresaltada por la desconocida voz y veo a la chica. Ya está curada y atrás de ella hay un hombre muerto, el que la atacó.

Respiro hondo y cierro los ojos, necesito un descanso, no estoy acostumbrada a esta mierda. Cuando los abro veo a la mujer en la misma posición frente a mí.

-¿Estás bien? -pregunto aún agitada.

Ella asiente.

-Sí, lo maté. ¿Y tú?

Miro mi pierna y ya está curada. Estoy bien, supongo. Asiento.

Agarro las armas de los hombres y le paso una. Le hago una seña con la mano y comenzamos a caminar por el mismo grueso pasillo.

Minutos después encontramos una escalera de piedra. La subimos con cautela, no vaya a ser que nos encontremos con más cazadores. Subimos todos los escalones y llegamos a otro pasillo más, esto parece interminable.

-¿Escuchaste eso? -pregunta en un susurro la chica. La miro confundida, lo único que escucho son nuestras respiraciones y pasos. Niego con la cabeza y ella mira hacia la izquierda del pasillo-. Son pasos. Viene alguien.

Agudizo mis oídos y escucho exactamente lo que la chica dice. Pero no viene solo alguien, son pasos de más personas, parece un grupo. Me pego a la pared y en posición de defensa, la mujer me ve y hace lo mismo.

Los pasos se acercan y mi corazón se acelera más. Son cuatro personas por lo menos. Normalmente podría con ellos pero no estoy cien por ciento preparada.

Al fondo del pasillo se distingue una silueta alta y grande, parece ser masculina. Debe ser otro cazador. Se acerca más y luego salen dos siluetas similares y una más chica. Son cuatro cazadores.

No espero ni un segundo más y salgo de la oscuridad apuntando con las pistolas a las dos primeras siluetas, aún no puedo ver sus rostros y eso me pone demasiado nerviosa. Tal vez tienen un arma y me hieren, todo esto hubiera sido para nada y también arriesgaría la vida de la chica.

-Baja el arma, Emmaline.

Esa voz.

Bajo el arma automáticamente y no sé porqué, tendría que apretar el gatillo y matarlo de una vez por todas.

-¿Vas a arruinarme todo otra vez, Liam?

Se adelanta unos pasos más y yo retrocedo, no debo confiar. No otra vez. Igualmente puedo ver su rostro y eso me debilita, siempre lo hace. Es mi mejor amigo, mi compañero de hace diecisiete años y lo amo.

Pero es peligroso y mentiroso.

Una segunda figura sale a la luz y bajo la otra pistola. ¿Por qué mierda bajo la pistola? Las piernas me tiemblan, ¿qué está pasando?