En mis manos

Capítulo final.

En un pestañear la mujer desaparece junto con el cuerpo de Harding.

Miro hacia el otro costado y mi corazón se parte al ver a Kate inmóvil. Me acerco a esta ella, la tomo en brazos con la mayor delicadeza posible y salgo de la cocina.

—¡Ganamos!

—¡La princesa nos salvó!

—¡Somos libres de la profecía!

Millones de gritos llegan a mis oídos cuando pongo un pie en la sala del castillo.

Todos están felices, festejando, riéndose y abrazándose de felicidad. Mientras yo estoy parada en el umbral de la puerta con mi mejor amiga muerta en mis propios brazos.

—Kate... —Alexa se acerca y comprueba su pulso, me mira cuando confirma lo que ya sabía—. Ella...

—Está muerta. —La ignoro y camino hasta las escaleras. Subo cada escalón escuchando gritos de felicidad y festejos, yo lo que más desearía es caerme de las escaleras y morirme. Pero mi cuerpo licántropo hasta eso me prohíbe.

Llego a la enfermería y puedo ver como dos enfermeras están escondidas abajo de una mesa. No las culpo, yo también me escondería en una guerra, solo que mi situación no me lo permite.

—Quiero que esté en condiciones para ser enterrada —les digo dejando a Kate sobre una camilla. Me detengo un segundo para apreciar su rostro, ese hermoso rostro que no volverá a sonreír como siempre hacía.

—Claro que sí, reina Emmaline. —Me limpio las lágrimas silenciosas que cayeron y la miro confundida.

—¿Por qué me llama así?

Es la segunda persona que lo hace.

—¿Así como?

—Reina. Yo no soy tu reina, ella es Blair. —Decir el nombre de mi madre en voz alta me produce un malestar en el estómago. Otra persona más que murió por mi culpa.

—Pero... Ella falleció, Alteza, usted es la Reina ahora.

Los labios se me resecan y asiento, salgo de la enfermería en busca de mi padre.

A mí nadie me dijo eso.

Bajo las escaleras a toda velocidad ocasionando que choque con varios licántropos. Identifico la cabellera negra de mi padre cargando a un herido junto con Aiden y me acerco a ellos.

—No seré la reina ahora, esa es mamá —reprocho cuando estoy al lado de ellos. No le quitaré el lugar. Mi padre me mira y se muerde el labio inferior.

—Esto no se discute, Emmaline, es tradición. Una vez que la reina muere, su heredera le sigue.

Abro y cierro mi boca sin saber que decir. Sé que tiene razón y que lo tengo que hacer, pero no quiero hacerlo ahora.

—No estoy preparada, papá, apenas puedo conmigo y quieren que reine toda una especie —suelto con un bufido. Aiden deja al herido en el piso y toma mi rostro en sus manos.

—Lo harás bien, hermanita, estoy seguro de eso. Ahora descansemos, la coronación será cuando arreglemos todo esto, ¿okay?

Asiento suspirando y él me abraza.

~~~~~~~

Miro una vez más mi reflejo en el enorme espejo de mi habitación. Mis ojos siguen azules intensos desde que asesiné al cazador, hace dos semanas.

Muevo mis pies incómoda, el enorme vestido negro me está molestando y los zapatos con taco no ayudan.

Hoy es el día de la coronación. Me suena irreal que todo ocurrió hace dos semanas. Que millones de cazadores y licántropos murieron en estas tierras hace dos semanas. Que Kate murió hace dos semanas.