Capítulo 31

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Secreto revelado.
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-Puedo hacerlo.

Cierro los ojos una vez más y cuando siento la energía dentro de mí, recito las palabras del libro otra vez.

-Supprimez tous les dommages ou maladies et ramenez cet objet à son état d'hier.

Expulso energía hacia el pequeño insecto.

Abro los ojos. No, no me salió. No puede ser tan difícil que se le arregle la pata a esta abeja. Joder.

Hoy en la mansión Rosenzweig leí un libro Rousseau en donde decía que el Control de Mentes podía sanar seres vivos y aunque suene loco, quiero hacerlo con Hal. No sabía como practicarlo ya que tenía que hacerlo con un ser pensante herido y no iba a lastimar a uno para usarlo como conejillo de indias. Pero en el jardín encontré a una abeja con la pata lastimada y desde hace rato estoy tratando curarla, no tiene caso, el insecto sigue herido.

Tomo a la abeja con delicadeza y la acuesto sobre el pasto para que al menos pueda morir tranquila. Me levanto y sacudo la tierra de mi pantalón. Luego agarro el libro y entro al castillo, allí me encuentro a Aiden.

-¿Lo has podido hacer? -cuestiona con una sonrisa.

Al único que le conté todo fue a Aiden, necesitaba desahogarme y confío en él hasta con los ojos cerrados. Niego con la cabeza.

-Aún no. -mascullo. -Pero lo seguiré intentando por Hal.

Y espero lograrlo. Aiden sonríe y me abraza.

-Te quiero tanto. -musita. -Halsey va a estar bien, Emmy. Si no la curas tú igual lo hará ella, es una chica fuerte. -lo envuelvo con mis brazos y asiento contra su pecho al mismo tiempo que pestañeo, prohibiéndole el pase a las lágrimas.

-Espero que así sea. -me separo de él y limpio mis ojos llorosos.

-Así será. -deja un corto beso en mi frente y se adentra al castillo no sin antes regalarme una enorme sonrisa.

Me encamino a mi habitación y guardo el libro que tomé prestado de la mansión Rosenzweig, recojo mis audífonos y salgo nuevamente de esta, también del castillo. Comienzo a caminar por el silencioso bosque, dirigiéndome a la casa de Halsey.

Llego a la mansión color verde y toco la puerta, segundos después esta es abierta y me encuentro con una cara conocida, de lejos. Hero Rosenzweig, hermano mayor de Hans y Halsey y futuro alfa de la manada. Lo he visto algunas veces en los pasillos pero siempre a una larga distancia y él metido en sus asuntos.

Verlo de cerca es todavía más fuerte.

-Buen día. -me ojea de forma completa, logrando ponerme nerviosa con facilidad. Alexa tenía razón al decir que es sexy. -¿Quién eres?

-Me llamo Emma. -contesto con dificultad.

-Oh, la que le enseña francés a Halsey. -confirma. -Ella no podrá tener clases hoy, señorita Emma.

Me apresuro a negar.

-Lo sé, vine a verla. -le informo.

El hombre no responde y se dedica a observarme en un incómodo silencio, pero no de forma descarada, me observa con clara expresión de confusión plantada en su rostro. Como si quisiera recordar algo...

-Yo te ví en alguna parte. -expulsa confirmando mis pensamientos.

Me remuevo incómoda en mi lugar, ¿Él se dará cuenta que...? No, joder, posiblemente me vio en el bosque o en su misma casa y reconoció mi rostro, no por eso debe saber que soy la jodida princesa desaparecida. Ahogo un suspiro. Si mis padres y la manada Black no se apresuran a comentar el secreto con el resto de las manadas voy a estar en problemas.

En mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora