Capítulo 8

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ÉL:

Después de lo ocurrido procuro juntarme con personas que sumen alegría en mi vida y definitivamente estás dos personas lo hacen. No quiero definir el tipo de persona que ella es pues todavía no terminó de conocerla muy bien sin embargo sé que es una persona alegre y con eso me basta para quererla tener cerca a mi.

— Entonces ¿Ambos se irán a México? — preguntó cuando terminamos de comer.

— Así es — Mauricio comió su último bocado y siguió hablando — En realidad yo me voy estás vacaciones y él se quedará.

— ¿Por qué? — me miró sorprendida.

— Decidí tomarme un año sabático. Tomaré algunos cursos antes de la universidad.

— Tu carrera es demasiado amplia ¿Ya sabes que vas a tomar?

— Dirección de cámara.

— ¿Por qué no lo supuse? — dijo entre risas y de inmediato el momento en el hablábamos el primer día que nos conocimos, llegó a mi mente, ese día deje en claro lo que estudiaría y mi gusto por la fotografía — ¿y tú? — miró a Mauricio.

— Ingeniería en sistemas — sus ojos de abrieron de par en par impresionada seguido de un Wow.

— Lo sé, tiene cara de estúpido pero es bastante listo.

— No, no, yo no lo decía por eso...

— Tranquila — dijo Mauricio entre risas — Regularmente es la primera impresión que doy.

— Lo siento — dijo apenada y con un leve sonrojo en sus mejillas.

— No te preocupes, tú ¿te quedarás aquí?

— Nunca he salido del estado, no que yo lo recuerde, no me agrada tanto la idea de irme y menos sola.

— Te queda un año, deberías de pensarlo pero no tanto, sino nunca te atreverás — frase tan común de ambos. Creo que gracias a ese tipo de mentalidad que tenemos fue que nos conocimos — tu trabajo podría ser mas conocido, pongamos un ejemplo, aquí ya te conocen, ¿no te gustaría expandir tu nombre? Supongamos que te vas a la capital y te topas en el aeropuerto con una diseñadora muy importante — Adriana lo miraba fijamente hundida en sus pensamientos, al parecer Mauricio dio justo en el blanco.

— No deberías de darme tantas esperanzas.

— Es como aventar una moneda al aire, no sabemos que va a caer hasta que lo haces, no son falsas esperanzas Adriana, son posibilidades — lo tomará en cuanta, su expresión lo decía todo, miraba a Mauricio intentando buscar algo en su mente para contradecir pero simplemente fue inútil... Luego lo hizo de nuevo: miro los labios de la persona que tenía enfrente. Su expresión paso de una seria a una relajada escondiendo algo de angustia después de suspirar. Al parecer Mauricio no lo notó pues después de escucharla suspirar recargo su espalda en el asiento y rió levemente.

—Tienes una manera muy peculiar de hablar y tú lo sabes, lo utilizas a tu favor.

— Gracias al cielo tengo ese don y creo que es lo único bueno que tengo — reímos levemente por su expresión — aunque no soy el tipo de personas que hablan sobre futuro, no es un tema tan cómodo que me cargué. Me vas a escuchar alentarte pero hasta ahí, no más.

— Él me convenció de estudiar cine.

—¿No querías estudiarlo?

— Si quería, pero ya sabes... Muchas personas dicen que es más seguro irse a una carrera que los pueda mantener cuando busquen trabajo.

— Ya, — dijo asintiendo — me pasó lo mismo. "Es muy difícil conseguir un buen puesto como diseñadora" cabe destacar que ese tipo de comentarios nunca me importaron mucho.

Otro tipo de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora