Otro tipo de amor.

Capítulo 14

ÉL:

— Dos meses. Casi dos mes y seguimos en las mismas.

— Mierda Alan relájate un poco, no estás pensando las cosas, esto debe ser muy difícil para ella. Para todos en realidad.

— ¿Qué es lo que tanto la detiene?

— Su bienestar — hasta entonces levanté la mirada y lo observé fijamente. No sabía a qué se refería — No es tan difícil de saberlo: Emma se preocupa por el bienestar de Adriana, el tuyo y el de tu padre. Sabe que esto es difícil para todos pero creo que lo más complicado es su situación. No tiene idea de cómo van a reaccionar sus hijos y a decir verdad yo tampoco.

— Yo solamente quiero que Adriana lo sepa, me está matando por dentro pensar como reaccionaria ¿Qué si nos odia después de todo?

— Y ¿qué si lo acepta de una buena manera?

— Dudo que lo haga.

—¡Que pesimista eres!

— Mauricio, yo si la recuerdo — dije con coraje regresando mi mirada a sus ojos — Éramos muy pequeños pero tengo vagos momentos grabados en mi mente. Recuerdo ver sufrir a papá lamentándose por lo sucedido, recuerdo rondar cerca de donde vivían y verlas de lejos hasta que se mudaron y perdimos todo contacto con ellas. Quiero recuperar todo este tiempo perdido pero no sé cómo hacerlo, no sé cómo acercarme y no sé cómo va a ser su actuar después de lo mucho o poco que hemos vivido.

— Tienen que darle su espacio, Alan lo sucedido es muy fuerte, si ella escucha la historia estará de su lado sin duda alguna.

— Ella amaba a su abuelo. En un principio lo va a negar todo.

— ¿Por qué piensas eso?

— Porque yo también lo haría — suspire profundo y seguí hablando — De todas maneras ya se habló de esto. Acordamos que se le diría hoy.

— ¡¿Hoy?! — asentí — En mi opinión pienso que dos meses es muy poco.

— De hecho no deben de tardar en llegar — lo escuche suspirar profundamente para después restregar sus manos sobre su rostro con frustración.

— Alan, por lo que más quieras, guarda la calma. Va a ser difícil pero lo va a aceptar, tiene que hacerlo y será de la mejor manera, ya lo verás.

¿Y si no es así?

¿Qué haremos después?

¿Cuánto tiempo necesitará para aceptarlo?

Quiero que llegue el día en el que estemos juntos sin remordimientos y olvidemos lo ocurrido, o simplemente quiero que nos odie rotundamente para alejarnos de su vida y no volvernos a mirar jamás. No estoy dispuesto a seguir sufriendo por incertidumbre. Después de que dejamos de verlas yo intenté olvidarlas y me fue imposible. Es un sentimiento que ha crecido con fuerza dentro de mi. El insomnio es cada vez peor y estoy de acuerdo con que se le diga de una vez puesto que no quiero que se vuelva una costumbre y luego salga la verdad a la luz.

— No estuve ahí para cuidar de ella. Nunca estuvimos. ¿Por qué decidiría quedarse?

— No es tu culpa y tampoco se trata de buscar culpables. Ya habíamos hablado de esto... — el timbre lo interrumpió — Por favor, me llamas terminando todo esto y si me necesitas... ¡Mierda! No estaré.

— Ve a terminar los trámites de una vez por todas, te quiero aquí lo más pronto posible — rió levemente intentando alivianar el ambiente mientras nos poníamos de pie — gracias por todo, Mauricio.

Dió un ligero apretón en mi hombro y empezamos a caminar hasta la puerta principal.

— Espero tu llamada... Y Alan. Esto no es lo peor, ya pasaron por los momentos más difíciles que eran estar sin ellas. Esto solo es un pequeño bache del principio de una nueva etapa — asentí levemente y en cuanto abrimos la puerta nos topamos con ellas.