Otro tipo de amor.

Capítulo 6

ÉL:

La noche había caído y en ningún momento hubo un silencio entre nosotros, habíamos pedido una pizza grande hace una media hora y apenas había llegado, creí que no la terminaríamos pero estaba muy equivocado.

Algo que conocí sobre Adriana hoy: adora con locura la pizza.

— ¿En serio? — asintió sin dudarlo — tú te complicas demasiado, ni siquiera puedes escoger un color como tú favorito.

— Todos son mis favoritos — dijo a la defensiva mientras llevaba a su boca otro trozo de pizza — Me encanta el arte y seré una diseñadora, todo se trata de combinar — reí y me miro con los ojos entre abiertos mientras una sonrisa ladeada se formaba en sus labios — Es muy tú caso. Dime tu película favorita.

— Te puedo decir mi favorita separándolo por directores o estudios.

— Mmm, vale... ¿Disney? — no esperaba que su primera opción fuera un estudio infantil pero me agrada. Ella río levemente al ver mi expresión — no se mucho de estudios.

— Rey León, ¿tú?

— Tierra de osos — dio otra mordida a su rebana de pizza — ¿Pixar?

— Buscando a Nemo — abrió sus ojos muy emocionada y una sonrisa empezó a formarse en su rostro.

— ¿En serio? — asentí esta vez dando yo una mordida a mi rebanada de pizza — Yo amo esa película.

— Dudo que la ames más que yo.

— Deberías preguntarle a mamá cuántas veces la vi en mi infancia. También deberías de preguntarle cuántas veces la vi en mi adolescencia — rió un poco — me sé esa película al derecho y al revés.

— Yo repito los diálogos antes de que lo digan en la película — dije y al escucharme soltó una carcajada sonora.

— ¡Yo también!

— Ahora me agradas más.

— Gracias por eso — parecía que Adriana nunca podría quitar la sonrisa de su cara. Llevo apenas un par de días de conocerla y ya caí en la conclusión de que es una persona muy risueña — si no te agradaba yo me iba a suicidar.

Risueña, sarcástica y directa.

— Eres muy... — me miró arqueando una ceja con una sonrisa ladeada — Carismática. Por no decir alocada — soltó una pequeña risa mientras continuaba comiendo — aún no hay ese nivel de confianza.

— ¿Crees que nuestros padres lo formalicen? — deje de moverme mientras intentaba analizar su pregunta... ¿Esto es nivel de confianza? Ella habla muy en serio con esa pregunta — Ya sabes... — se quedó sin palabras y me atreví a mirarla, ella miraba a otro lado evadiendome — Ah... me agradas, tu papá también y creo que si las cosas siguen así nos llevaremos mejor pero ¿No te da un poco de miedo?

Si tan solo supiera que es lo que he estado esperando toda mi vida.

— No me da miedo y si llega a acabar — hasta entonces me miró — que esperemos que no sea así, me quedaré con buenos recuerdos.

— Solo nos hemos visto dos veces — dijo entre risas tratando de liberar la tensión que se había formado.

— Y esos días la he pasado muy bien. Estoy seguro que habrá más momentos como esos — cuando terminé de hablar, bajo su vista a mis labios.

No quiero pensar mal.

No voy a pensar mal.

Tenía estas dos opciones: Que fuera con otra intención o que quisiera realmente cerciorase de lo que había dicho. Su expresión era difícil de explicar pero de un segundo a otro cambio por completo intentando liberarse de sus pensamientos.